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Bienvenidos / Diego Leal

Diego Leal es politólogo por el Tec de Monterrey; Maestro en Gobierno y Asuntos Públicos; y obtuvo en Madrid España, el Máster en Comunicación Política e Institucional
Diego Leal es politólogo por el Tec de Monterrey; Maestro en Gobierno y Asuntos Públicos; y obtuvo en Madrid España, el Máster en Comunicación Política e Institucional

Bienvenidos todos aquellos que busquen reestablecer el orden y la paz en Michoacán, pero no se equivoquen, lo que provocó esta situación de ingobernabilidad fue ni más ni menos que la omisión de aquellos que predicaron que la estrategia de guerra era fallida y hoy no solo la replican, la maximizan

Madrid, España, 14 de enero de 2014.- Bienvenidos.

Bienvenido el relanzamiento del acuerdo por la seguridad en Michoacán.

Bienvenidos los nuevos elementos federales que tienen la encomienda de poner orden en el Estado.

Bienvenidos los millones de pesos que se destinarán a Tierra Caliente.

Bienvenida la intervención federal frente a la incompetencia estatal.

Sean pues bienvenidos todos aquellos que busquen reestablecer el orden y la paz en Michoacán, pero no se equivoquen, lo que provocó esta situación de ingobernabilidad fue ni más ni menos que la omisión de aquellos que predicaron que la estrategia de guerra era fallida y hoy no solo la replican, la maximizan.

Recordemos que tanto el actual gobernador como el mismo Presidente de la República denostaron la estrategia utilizada por la anterior administración y al inicio de este gobierno dijeron que la suya era una estrategia diferente, misma que se aplicó en Michoacán con los consabidos resultados, por ello, no me extraña este relanzamiento de la misma estrategia que el ex Presidente Calderón utilizó, solamente que ahora no se oyen las voces que difieren y critican el empleo de la fuerza contra el narcotráfico.

Me hubiera gustado también darle la bienvenida a un plazo para recuperar la paz, la tranquilidad y la reactivación económica, esto sin embargo se quedó en el tintero, no quisieron, por tercera vez consecutiva, darse un tiempo preciso para dar resultados para no volver a exhibir su incompetencia como Jesús Reyna lo hizo en meses pasados.

Hubieran sido bienvenidos objetivos de incautaciones de armas, detenidos por narcotráfico, destrucción de narcolaboratorios y aumentos en el índice de detenciones por cada denuncia.

Sin embargo, la estrategia del gobierno federal fue abocarse en los primeros días a lo que ellos suponen más sencillo, es decir ir a desarmar a los ciudadanos que pelearon por recuperar su libertad y su dignidad.

Desarmar a las autodefensas no debería ser la primer tarea de las fuerzas de seguridad, debería ser la última. No meto las manos al fuego por ellas, pero al menos son visibles y se ha llegado a acuerdos con ellas, tan es así que se les ha dejado pasar y han sido apoyadas por las fuerzas federales desde el inicio de dicho movimiento.

Es bien sabido que las armas y su portación están prohibidas por nuestras leyes y que hoy más que nunca es menester aplicar el estado de derecho en Michoacán, sin embargo, a menos que haya una verdadera vocación por parte de las autoridades federales en tomar ellos mismos las funciones que están desempeñando las autodefensas, como son los retenes a la entrada de sus pueblos y la seguridad al interior de los mismos, desarmar a los vecinos de estos pueblos y dejarlos con sus insuficientemente armados y escuálidos cuerpos de seguridad pública solo será condenarlos a una muerte segura en manos de aquellos a los que combaten.

Esperaría que las fuerzas federales no solo estén visibles en los pueblos, sino en los caminos y en la sierra michoacana, que los recorran metro a metro para encontrar a los culpables de esta situación, no sin antes vigilar activamente las fronteras por tierra, agua y aire de nuestro estado para evitar que los capos del narcotráfico escapen y se refugien en otras ciudades en lo que dan “vacaciones” a su estructura criminal durante el tiempo que se mantenga la intervención federal en Michoacán.

Como michoacano solo me queda desear el mejor de los éxitos a esta intervención federal, restituir la paz y la seguridad no será tarea fácil, pero es necesario para evitar mayores agravios a tierra tan noble e histórica.

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