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Cambiar la fórmula / Jorge Álvarez Banderas

El autor, Jorge Álvarez Banderas, es un prestigiado y reconocido Doctor y académico especializado en temas legales y fiscales, además de coordinador general del CIJUS de la UMSNH
El autor, Jorge Álvarez Banderas, es un prestigiado y reconocido Doctor y académico especializado en temas legales y fiscales, además de coordinador general del CIJUS de la UMSNH

Esto es nuestro México, un país donde se insiste en seguir manteniendo a las instituciones políticas como entidades de interés público, se debería ir pensando en también legislar para quitarles de una vez por todas el dinero del pueblo; a México le han hecho falta legisladores verdaderos

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Morelia, Michoacán, 03 de junio de 2015.- La bolsa de dinero destinada a los partidos políticos anualmente, deriva de una fórmula constitucional establecida en la fracción II del artículo 41 bajo destinos específicos, donde el voto nulo no tiene validez alguna, en la legislación secundaria se regulan diversos conceptos sobre la votación que muchas veces confunde a la sociedad.

La “votación total emitida” es la suma de todos los votos depositados en las urnas en atención al apartado 1 del artículo 15 de la Ley General de Instituciones y Procedimientos Electorales (LEGIPE); mientras que la “votación válida emitida” resulta de la disminución de los votos nulos y de candidatos no registrados a la “votación total emitida” de conformidad con la fracción II del artículo 54 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos (Constitución) y del apartado 1 del artículo 15 de la LEGIPE; por otro lado existe la “votación nacional emitida” que consiste en la disminución de los votos a favor de partidos que no hayan obtenido el 3% de la votación, de los votos nulos y de candidatos no registrados a la “votación total emitida” en correlación con las fracciones III y V del artículo 54 constitucional y del apartado 2 del artículo 15 de la LEGIPE y por último se encuentra la “votación nacional efectiva” que es el resultado de disminuir los votos de los partidos políticos limitados por la Constitución a la “votación nacional emitida”.

La “votación total emitida” es un mero referente estadístico; la “votación válida emitida” sirve para la asignación de diputados de representación proporcional y es el parámetro (3%) para que un partido político nacional cuente con financiamiento público; la “votación nacional emitida” es utilizada para la asignación de diputados de representación plurinominal; mientras que la “votación nacional efectiva” sirve para la adjudicación de diputados a otros partidos políticos.

Por lo visto el voto nulo o de candidatos no registrados solo es un dato estadístico no vinculante para la asignación del financiamiento a los partidos políticos ni para la asignación de diputados de ninguna índole. La distribución de la bolsa de dinero a los partidos políticos es en base al porcentaje de votos obtenidos en la elección de diputados anterior.

¿Y si la fórmula cambia? Propongo que el voto nulo, en blanco o de candidatos no registrados deje de ser un dato estadístico y pase a ser un indicador en la distribución de la bolsa de dinero a cada institución política, donde además se contemple el porcentaje del abstencionismo de la elección anterior, para que el mecanismo de distribución del financiamiento público a los partidos políticos fuera con base en el porcentaje de votos reales obtenidos en las urnas, destinando lo relativo al voto nulo o de candidatos no registrados a la educación superior.

Por ahora, la experiencia que vivimos en nuestra nación mexicana no permite vislumbrar que la idea anterior llegase a ser real, se ha visto que los representante populares no atienden a los intereses del pueblo que los eligió, hablando de los de elección directa, mucho menos los de representación proporcional o plurinominal, quienes atienden a intereses de quienes los anotó  en la lista. Esto es nuestro México, un país donde se insiste en seguir manteniendo a las instituciones políticas como entidades de interés público, se debería ir pensando en también legislar para quitarles de una vez por todas el dinero del pueblo; a México le han hecho falta legisladores verdaderos.

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