De Primera Mano / A 10 años de los videoescándalos…

Hace 10 años pensamos que serían el fin de la carrera política de todos los involucrados. Hoy vemos que no es así, el caso se volvió un ejemplo más de la impunidad que existe en el país, pues muchos de ellos no sólo no fueron castigados, sino que han sido premiados para que sigan haciendo lo mismo

Morelia, Michoacán, 04 de marzo de 2014.- Este 3 de marzo se cumplieron 10 años de los famosos videoescándalos que en 2004 cimbraron a la opinión pública y provocaron muchos cambios y movimientos en ámbito político del Distrito Federal, aunque también muchas reacciones a nivel nacional.

A 10 años de distancia, casi todos seguimos recordando a René Bejarano, también conocido como “El Señor de las Ligas”, quien entonces se desempeñaba como diputado local y uno de los políticos más cercanos al jefe de Gobierno del Distrito Federal, Andrés Manuel López Obrador.

René Bejarano fue desaforado como integrante de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF), pero sólo estuvo 8 meses en la cárcel, para después salir exonerado. Hoy es miembro de la Comisión Política Nacional del Partido de la Revolución Democrática (PRD) y uno de los líderes –junto con su esposa Dolores Padierna Luna- de la corriente Izquierda Democrática Nacional (IDN), la más influyente en la capital del país.

El único que sigue en la cárcel es Gustavo Ponce Meléndez, quien era el secretario de Finanzas de López Obrador y está preso desde hace 3 años. Su sentencia por fraude genérico fue por 8 años, por lo que aún le restan 5 años en cautiverio.

Sin duda, la mejor librada de todos, por absurdo que a muchos nos parezca, es la actual titular de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol) del gobierno federal, Rosario Robles Berlanga, quien en aquél entonces era dirigente nacional del PRD y renunció al cargo una semana después de que empezaron a circular los famosos videos con prominentes perredistas recibiendo dinero de un empresario.

Después se supo de su relación sentimental con el empresario mexicano-argentino, Carlos Ahumada Kurtz, que a la postre resultó ser aquél que aparecía en videos entregando recursos millonarios a connotados perredistas.

Desde Argentina, donde se encuentra exiliado por amenazas del actual gobierno federal, según él, Carlos Ahumada ha vuelto a salir a la luz pública para anunciar que ha demandado ante la justicia de aquél país a Rosario Robles y al PRD, ya que nunca le pagaron un préstamo por 200 millones de pesos que les hizo para cubrir una serie de deudas.

A esto, el PRD ha respondido quela deuda es de Robles Berlanga y no del partido, pues no cuenta con registros de tal préstamo y la hoy titular de la Sedesol carecía de facultades estatutarias para la contratación de deuda.

Otro de los involucrados en el escándalo fue Ramón Sosamontes, quien hoy, curiosamente, se desempeña como jefe de la Oficina de Rosario Robles en la Sedesol.

También estuvo involucrado Carlos Imaz Gispert, entonces delegado de Tlalpan, quien renunció al cargo y hoy se desempeñe como profesor de tiempo completo en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), así como Octavio Flores Millán, ex jefe delegacional de la Gustavo A. Madero, quien estuvo preso 2 años por fraude genérico y hoy también se encuentra alejado de la vida pública.

Caso contrario es el de Fátima Mena, ex jefa delegaciones de Tláhuac, que sigue en el PRD y ex militante destacada de la corriente Nueva Izquierda (NI), del dirigente nacional del sol azteca, Jesús Zambrano Grijalva, aunque en 2012 estuvo en pláticas para ser candidata por el PRI a la Jefatura Delegacional.

En tanto, Leticia Robles Colín, quien era jefa delegacional en Álvaro Obregón, se cambió al Partido Revolucionario Institucional (PRI) y fue candidata por ese partido en 2012 a la misma jefatura delegacional, elección que finalmente perdió.

Hace 10 años pensamos que los videoescándalos serían el fin de la carrera política de todos los involucrados. Hoy vemos que no es así, el caso se volvió un ejemplo más de la impunidad que existe en el país, pues muchos de ellos no sólo no fueron castigados, sino que han sido premiados con puestos en donde fácilmente pueden seguir haciendo más de lo mismo.

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