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De Primera Mano: AMLO, Puebla, el huachicol y el desabasto

¡Y agárrese!, no vaya a ser que también falle la próxima estrategia contra el robo de energía eléctrica.
¡Y agárrese!, no vaya a ser que también falle la próxima estrategia contra el robo de energía eléctrica.

Todo indica que el plan de López Obrador se lanzó de manera precipitada e inacabada. Se estaba elaborando, pero se tuvo que adelantar su presentación como un distractor, para que la opinión pública dejara de hablar de las sospechosas muertes de Martha Erika Alonso y Rafael Moreno Valle

Morelia, Michoacán, 10 de enero de 2019.- El tema más relevante de las últimas semanas, primero a nivel local y después nacional, ha sido el desabasto de gasolina en estados gobernados por la oposición, como Jalisco, Guanajuato, Querétaro, Hidalgo, Estado de México, y por supuesto, Michoacán.

Los defensores del presidente Andrés Manuel López Obrador -empezando por él mismo- justifican la medida como parte de la estrategia de combate al “huachicoleo” y aseguran que quienes critican al gobierno federal están en contra de la lucha contra la corrupción de anteriores gobiernos y a favor de que se sigan robando enormes cantidades de combustible de Pemex.

¡Nada más falso! A nadie he visto yo que se pronuncie en contra de atacar el robo de hidrocarburos en el país.

¡Bueno!, hasta el muy cuestionable líder del sindicato petrolero, Carlos Romero Deschamps, salió a pronunciar su apoyo a la medida. ¡Es más!, el mismo mandatario federal admitió que de parte de su gobierno hay diálogo con el multimillonario líder sindical priista.

Insisto, a nadie he visto cuestionar que se combata la corrupción al interior de Pemex y que se busque terminar con el “huachicoleo”, pero lo que sí se cuestionó inicialmente es la aparente orientación política por parte de la administración federal de López Obrador, que afecta principalmente a estados donde gobiernan PRI, PAN y PRD.

Pero el tabasqueño y sus defensores han argumentado que eso es falso y con teorías de conspiración bastante fantasiosas aseguran que se trata de los estados donde los gobernadores hacían y permitían en mayor medida el robo de hidrocarburos. Nada más que no atinan a dar pruebas y nombres con algo de sustento.

Curiosamente, en campaña López Obrador había señalado como los estados con mayor robo de combustible a Veracruz, Puebla y Oaxaca, pero ya estando en funciones como presidente esos tres estados no entran en su radar. ¿Será porque el Morena ganó en Veracruz y Oaxaca? ¿Será porque su partido anda otra vez en campaña en Puebla?

Porque si al desabasto de combustible le quitamos ese aparente componente político, entonces no nos queda más que pensar que el gobierno federal y Pemex son altamente ineptos, incompetentes e ineficientes, que es lo que parece que quieren que creamos los denominados “chairos” y que no resulta gran consuelo.

Sin embargo, para mí el estado de Puebla es la razón fundamental por la cual la estrategia de combate al huachicol se ve incompleta y parece funcionar sólo parcialmente.

Todo indica que el plan de López Obrador se lanzó de manera precipitada e inacabada. Todo indica que se estaba elaborando, pero se tuvo que adelantar su presentación como un distractor para que la opinión pública dejara de hablar de las sospechosas muertes de la gobernadora de Puebla, Martha Erika Alonso y su esposo, el coordinador del PAN en el Senado, Rafael Moreno Valle.

Recordemos: El trágico “accidente” de helicóptero se registró el 24 de diciembre; el día 25 se realizaron las exequias y la comitiva encabezada por la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, fue recibida con el grito de “¡asesinos!”, pues el presidente se negó a asistir.

Para el 26 de diciembre, la opinión pública seguía elucubrando, especulando y deduciendo cosas muy negativas para el gobierno federal, pero además criticando las declaraciones y actitudes de tres distinguidos representantes de la Cuarta Transformación, el ex candidato a gobernador de Puebla, Miguel Barbosa Huerta; el vividor de la política y otra vez diputado federal del PT, Gerardo Fernández Noroña; y la dirigente nacional del Morena, Yeickol Polevnsky Gurwitz (quien realmente se llama Citlali Ibáñez Camacho).

Entonces, el 27 de diciembre, en su ya habitual conferencia matutina, Andrés Manuel López Obrador, anunció con bombo y platillo su estrategia contra el “huachicol”, tema que no ha soltado, que no ha dejado de mencionar todos los días a partir de esa fecha.

Las declaraciones del pasado 7 de enero de la secretaria de Energía, Rocío Nahle García, parecerían confirmar lo anterior, pues pidió disculpas a los ciudadanos afectados por el desabasto y reconoció que la estrategia estaba fallando, pues no se había previsto que el suministro a través de pipas sería insuficiente.

Por eso creo que cuando se lanzó la estrategia aún estaba en su etapa de diseño, tal vez para ser presentada a principios de año. Esa precipitación parece ser la que tiene a los ciudadanos de muchos estados del país postrados ante la carencia de combustibles.

Cuidado, porque el presidente anda celebrando los resultados. ¡Y agárrese!, no vaya a ser que pronto presente alguna estrategia contra el robo de energía eléctrica.

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