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De Primera Mano: AMLO y el combate a la corrupción

Ojalá que me equivoque, pero el combate a la corrupción en el próximo gobierno de López Obrador se perfila para convertirse en el primer gran fracaso o la primera gran mentira del gobierno que aún no comienza
Ojalá que me equivoque, pero el combate a la corrupción en el próximo gobierno de López Obrador se perfila para convertirse en el primer gran fracaso o la primera gran mentira del gobierno que aún no comienza

Según el INE, el Morena cometió fraude con el Fideicomiso para damnificados del sismo del 19 de septiembre; ¿sabe usted quién coordinaría a los súper delegados de López Obrador?; si se establecen comisiones de la verdad, en Michoacán que se investigue a Cárdenas Batel y Leonel Godoy

Morelia, Michoacán, 19 de julio de 2018.- Una de las principales banderas de Andrés Manuel López Obrador en los últimos años ha sido el combate a la corrupción.

El virtual candidato electo a la Presidencia de México ha dicho, incluso en los debates presidenciales, que combatiendo la corrupción acabará con prácticamente todos los problemas del país.

¿Le podemos creer que su gobierno será honesto y transparente? Digo, porque hay muchos indicios y hechos concretos que afirman que ni su gestión al frente del Gobierno del Distrito Federal ni su partido, el Morena, han sido ejemplos a seguir en materia de transparencia y combate a la corrupción.

Uno de los más claros ejemplos es el escándalo que resurgió este 18 de julio, convenientemente 17 días después de la elección, cuando el Consejo General del INE aprobó una multa de 197 millones de pesos contra el Morena por cometer fraude con el Fideicomiso “Por los demás” que López Obrador creó con el argumento de que sus recursos se aplicarían para apoyar a los damnificados por el sismo del 19 de septiembre del año pasado.

Yo advertí desde aquél entonces en varios espacios públicos que la conformación de ese Fideicomiso era ilegal y que el Morena debió haber hecho en todo caso lo mismo que hicieron los otros partidos políticos, reintegrar las prerrogativas que iban a donar para que fueran enviadas al gobierno federal y éste los aplicara en las tareas de reconstrucción.

Advertí también que esos recursos podrían ser utilizados electoralmente, porque al frente del Fideicomiso quedaron sólo personajes incondicionales de López Obrador, sin participación alguna de entidades gubernamentales o de organizaciones de la sociedad civil.

Casi un año después, el INE se percató de que esa cuenta del Morena recibió 78.78 millones de pesos, de los cuales 64 millones fueron entregados ilegalmente mediante cheques de caja a legisladores y candidatos de ese partido político.

Por cierto que el tema de esa investigación en curso se ventiló públicamente dos semanas antes de la jornada electoral del 1 de julio, y en unas horas, de manera apresurada, activistas políticos como Carmen Aristegui salieron a desmentirlo. Hoy, estoy esperando a ver qué manejo le da la supuesta periodista a la nueva evidencia.

¿QUIÉN COORDINARÁ A LOS SUPERDELEGADOS DE AMLO?

¿Sabe usted quién está propuesto para coordinar a nivel nacional a los supuestos súper delegados de López Obrador? Ni más ni menos que Gabriel García Hernández, quien por muchos años fue el encargado del manejo y lavado de dinero público a favor del PRD en el entonces Distrito Federal.

Gabriel García, quien hoy es un connotado líder del Morena y quien se encargó de poner y quitar candidatos en casi todo el país, fue director de Adquisiciones de la Oficialía Mayor del Gobierno de la Ciudad de México en el sexenio del tabasqueño.

Después se convirtió en el apoderado legal de la asociación civil “Honestidad Valiente”, misma que sirvió para lavar dinero a favor de las campañas presidenciales de 2016 y 2018. En ese entonces fue acusado en múltiples ocasiones por el PRI de recabar donaciones y recibir dinero oscuro desde el gobierno capitalino a través de contratos sospechosos.

Entonces, ¿cuál combate a la corrupción desde las próximas representaciones del gobierno federal en los estados?

¿COMISIONES DE LA VERDAD? URGE UNA EN MICHOACÁN

La próxima secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, es una de las postuladas por López Obrador que más se ha descosido en hacer declaraciones a los medios sobre su muy peculiar visión para resolver los principales problemas de México.

Además de asegurar que mediante la legalización de las drogas se logrará pacificar al país, la ex ministra de la Suprema Corte ha adelantado la posibilidad de conformar una gran comisión de la verdad a nivel nacional, así como otras comisiones de la verdad sobre asuntos que duelen en particular a cada estado del país.

Si eso va en serio y no son puras puntadas populistas, en Michoacán nos urge una comisión de la verdad para conocer qué pasó realmente con la enorme deuda pública que se generó durante las administraciones estatales de Lázaro Cárdenas Batel y Leonel Godoy Rangel.

Por cierto, que el primero de ellos está nominado para integrarse al servicio exterior en el próximo sexenio lopezobradorista y el segundo ha sido mencionado por la propia Olga Sánchez como uno de sus colaboradores en la Secretaría de Gobernación.

Creo que a muchos michoacanos nos interesaría saber a dónde se fueron realmente los recursos de la deuda pública; qué pasó con miles de millones de pesos de recursos federales enviados para seguridad, educación, salud e infraestructura, que nunca llegaron a su destino; y, bajo qué argumentos se engrosó la nómina gubernamental con la contratación de miles de personas sin perfil en el sector educativo y en el sector salud, principalmente.

Ojalá que me equivoque, pero el combate a la corrupción en el próximo gobierno de López Obrador se perfila para convertirse en el primer gran fracaso o la primera gran mentira del gobierno que aún no comienza.

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