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De Primera Mano / ¿Modernizar a Pemex sin combatir la corrupción?

Nuestro director, Nicolás Casimiro; periodista con 14 años de trayectoria y con experiencia en radio y diversos medios impresos, electrónicos y agencias informativas
Nuestro director, Nicolás Casimiro; periodista con 14 años de trayectoria y con experiencia en radio y diversos medios impresos, electrónicos y agencias informativas

Si en primer lugar no se combate la corrupción, encarnada en el líder del Sindicato de Pemex y renombrado priísta, Romero Deschamps, entonces todo quedará en una simulación y en el país no se alcanzarán las metas que nos presume el presidente Peña Nieto

Morelia, Mich., 13 de agosto de 2013.- Entre los factores esenciales que debería contener cualquier propuesta para modernizar a un organismo descentralizado, centralizado o  a una empresa paraestatal como Pemex, debería destacar la transparencia, acompañada por supuesto por la rendición de cuentas y el combate a la corrupción.

El presidente de México, Enrique Peña Nieto, respaldado por la dirigencia nacional del PRI, los senadores, los diputados, gobernadores, dirigentes y millones de militantes priístas, ha presentado su tan anunciada propuesta de reforma energética, en la que nos promete que, de ser aprobada, eventualmente las gasolinas, los combustibles, la energía eléctrica y el gas nos saldrán más baratos a los mexicanos.

¡Clásico!, nos dicen lo que queremos escuchar. Pero eso no es suficiente para quienes no estamos casados con la idea de que Pemex es parte fundamental de la soberanía nacional, que debe ser intocable porque así como está corrupto, ineficiente e insuficiente, es de todos los mexicanos y debemos contentarnos y sentirnos orgullosos de eso.

Como país, nos quieren ver la cara una vez más. ¿Cómo se va a modernizar la paraestatal, cómo vamos a tener mejores precios y mayores ventajas de los hidrocarburos, si no se habla de transparencia, rendición de cuentas y combate a la corrupción?

¿Cómo vamos a creer que se van a alcanzar las metas fijadas por Peña Nieto, si otra vez él y su partido se hacen de la vista gorda con el Sindicato de Pemex, al cual por años han usado como “caja chica” (y eso de chica es un decir), aún y cuando no estaban en el gobierno?

El Barómetro Global de la Corrupción 2013, que dio a conocer Transparencia Internacional apenas en julio, señalaba que de entre los 107 países más corruptos del mundo México tenía un indicador de 4.6 puntos en escala del 1 al 5, bajo el concepto de “extremadamente corruptos”.

En 2011 el Foro Económico Mundial (FEM) planteó que el costo de la corrupción en México era de 9% del Producto Interno Bruto (PIB), mientras que las empresas erogaban el 10% de sus ingresos en sobornos, esto, cuando de acuerdo con datos del secretario de Energía y ex dirigente nacional del PRI, Pedro Joaquín Coldwell, el impacto directo de los hidrocarburos en la economía nacional es de sólo el 7.6% del PIB.

Así, si en primer lugar no se combate la corrupción, encarnada en el líder del Sindicato de Pemex y renombrado priísta, Carlos Romero Deschamps, entonces todo quedará en una simulación y en el país no se alcanzarán las metas que nos presume el presidente Peña Nieto, la corrupción seguirá siendo la única beneficiada de un supuesto incremento en la rentabilidad de Petróleos Mexicanos.

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