De Primera Mano / ¿Y el Acuerdo por Michoacán?
Ante los hechos de violencia, la zozobra y los actos terroristas del pasado fin de semana por grupos de delincuentes, además de ciudadanos que pretenden hacer justicia por propia mano en varios municipios del estado, yo me preguntó, ¿y qué pasó con el Acuerdo por Michoacán?
Morelia, Mich., 29 de octubre de 2013.- Ante los hechos de violencia, la zozobra y los actos terroristas del pasado fin de semana por grupos de delincuentes, además de ciudadanos que pretenden hacer justicia por propia mano en varios municipios del estado, yo me preguntó, ¿y qué pasó con el Acuerdo por Michoacán?
¿No nos había prometido el gobierno federal que en la medida que los gobiernos, los actores políticos, los legisladores y los representantes de la sociedad civil se pusieran de acuerdo pondría de su parte para comenzar a resolver los problemas del estado? Esto no lo hemos visto.
Este 29 de octubre se cumplen justamente 2 meses de la firma del Acuerdo por Michoacán, y aunque es cierto que no se nos prometieron soluciones mágicas ni inmediatas, lo cierto es que todos nos habríamos imaginado que con la voluntad de gobiernos, políticos y sociedad civil en dos meses de trabajo estaríamos mejor.
Sí, es verdad que el PRD y el PT no se integraron desde la firma del documento y que Movimiento Ciudadano anunció su salida, pero ayer bien que estuvo en la reunión de evaluación, pueden haber faltado de sumarse algunos sectores de la sociedad, pero no es motivo para que después de dos meses de reuniones y acuerdos nos encontremos prácticamente donde empezamos.
Lo esencial para que el estado comience a salir la situación de crisis en que se encuentra en varios aspectos, diría yo, es que se avance en materia de seguridad, pero ahí sí, que se obtengan resultados inmediatos, porque ningún crimen contra funcionarios o ex funcionarios públicos, que son de alto impacto por obvias razones, ha logrado ser resuelto en este tiempo, ni en lo que va de la actual administración ni mucho menos en los dos gobiernos anteriores.
Y si esos delitos no son resueltos, mucho menos lo serán aquellos que diariamente se cometen contra ciudadanos comunes, que cada vez con mayor frecuencia reportan robos con violencia, que van desde los más comunes como el de una bolsa, una cartera o un celular hasta los de un vehículo, una casa habitación o un banco, sin contar asesinatos y secuestros.
Hasta ahora lo que hemos visto desde afuera es que el Acuerdo por Michoacán parece haber sido un instrumento para apaciguar momentáneamente a los gobiernos, así como a los actores políticos y sociales, porque más allá de algunos avances de tipo administrativo y legislativo no hemos visto mayor progreso en nuestra vida cotidiana, en la cual diariamente estamos pensando si salimos o no de nuestras casas, si podemos o no irnos por tal calle o colonia, si podemos o no acudir a un cajero automático o hasta si nos conviene o no contestar el teléfono.
Señores firmantes del Acuerdo por Michoacán, nos han robado nuestra tranquilidad y la verdad, de ustedes no hemos visto resultados.
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