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De vacunas y fútbol (Por: Alejandro Vázquez Cárdenas)

Como la idea es cambiar del tema, decido recordar algo sobre un tema que poco se habla, la innegable corrupción en ese popular deporte, el futbol, corrupción que como se verá, es al parecer consustancial a esa actividad

Morelia, Michoacán, 15 de diciembre de 2020.- Es tiempo de pandemia, y nuestra preocupación primaria, se supone, es si saber si saldremos vivos o razonablemente sanos de esta; también nos preocupa, o nos debería preocupar, la llegada de la vacuna, y aún dando por descontado que funcione persiste una duda ¿Que tan efectivo puede ser el gobierno mexicano para garantizar su adecuada distribución a todo el país? Son muchos millones de dosis, y son complicados los requisitos para distribuir una vacuna funciona , no vaya a ser que solo se nos aplique algo inactivo, no más útil que el agua destilada si acaso falla algún  paso en la llamada “red fría”.

Pero aun con ese pendiente en mente, el mexicano no abandona sus preocupaciones básicas, el fútbol y las fiestas relacionadas con esta época, en el llamado “Puente Guadalupe Reyes”. Lo vimos en la reciente final del torneo de fútbol con sus no tan inesperados resultados.

Y como la idea es cambiar del tema, hacer a un lado, así sea unos minutos, el espectro del  COVID-19, verdadera espada de Damocles que pende sobre nuestras cabezas, decido recordar algo sobre un tema que poco se habla, la innegable corrupción en ese popular deporte, el futbol, corrupción que como se verá, es al parecer consustancial a esa actividad. 

Tanto en su aspecto profesional como en los campeonatos mundiales el fútbol ha estado bajo sospecha de corrupción desde sus inicios. ¿Razones?, muchas, las enormes cifras de dinero que se mueven, los orgullos nacionalistas y últimamente las fuertes apuestas. Agreguemos también la opacidad con que se manejan sus decisiones arbitrales, con VAR o sin VAR.

Repasemos algunos datos: Campeonato mundial en Italia 1934. Mussolini deseaba intensamente que se celebrara en Italia pese a que según dicen, sólo había visto un partido de fútbol en su vida; ¿Motivo? ensalzar las virtudes su régimen fascista.

Se determinó que toda la competición se disputaría en formato de eliminatorias a partido único, con prórroga de treinta minutos y repetición del encuentro en caso de empate. Una ausencia notable fue Inglaterra,  indignada por no haber organizado ninguno de los dos campeonatos previos.

El partido de cuartos de final enfrentó  a Italia y España. La selección española era más poderosa que la italiana pese a que esta se había reforzado con cuatro jugadores argentinos y un brasileño. Ante la permisividad del árbitro, el belga Baert que tras el Mundial sería sancionado a perpetuidad por su irregular actuación, los italianos emplearon una extrema violencia sobre el campo. Sin embargo, el partido finalizó con empate a un gol, y hubo de repetirse al día siguiente

Hasta siete bajas se contaron en las filas españolas Las dos más importantes, las del delantero Isidro Lángara, y la de Ricardo Zamora el “Divino” al que le habían roto dos costillas. El segundo encuentro fue arbitrado por el suizo Mercet, que de nuevo cometió errores que favorecieron al combinado italiano. En dos ocasiones empató el partido España pero el árbitro anuló los tantos por inexistentes posiciones de fuera de juego. El partido finalizó con el gol de Meazza y con cuatro nuevos lesionados en el bando español.

Italia y Checoslovaquia disputaron la final el día 10 de junio de 1934. Mussolini se había encargado la noche anterior de recordarle a los jugadores y a su entrenador que el partido ante Checoslovaquia debía ser para ellos una cuestión de vida o muerte. Los jugadores italianos entendieron que cualquier método era lícito para ganar.

El Mundial de Inglaterra de 1966 ha pasado a la historia por las vergonzantes imágenes de una final claramente preparada para que la ganaran los ingleses. Un gol fantasma y otro cuando el campo estaba invadido por los aficionados marcaron la final.

En ese mundial el rival a batir era Brasil que había ganado los dos anteriores mundiales. A Brasil le tocó el considerado “grupo de la muerte“, con Portugal (con Eusebio), Hungría, (considerada la selección más ruda y sucia) y Bulgaria. Por «casualidad» los tres encuentros que disputó se los arbitró un inglés. Resultado final, Brasil eliminado y con la mayoría de sus jugadores  lesionados.

Aún hay más, en el partido entre Inglaterra y Argentina  expulsaron a los 36 minutos al capitán argentino Rattin, según el informe arbitral: “porque lo miró con malas intenciones”

El Campeonato en Argentina 78 comparte con el de Italia 34 y el de Inglaterra 66 el  dudoso honor de ser torneos en los que el vencedor no logró el triunfo de forma limpia. De entrada fue un grave error de la FIFA conceder la organización de la Copa a un país sometido a una dictadura militar, pues como ocurrió con el torneo italiano, el régimen trató de obtener rédito político del triunfo deportivo.

En las eliminatorias los albicelestes necesitaban vencer al difícil Perú por una diferencia de cuatro goles para conseguir pasar a la final. El resultado final de 6-0, fue fuertemente cuestionado.  Más de 20 años después varios actores aceptaron que  Perú se dejó ganar.

Hablar de la corrupción del fútbol en México sería cuestión de un libro entero. Sólo rescato la anécdota que relataba Ángel Fernández de cómo se salvó el Atlante de irse a la segunda división en los inicios de los 60, gracias a su entonces dueño, el General Núñez y su pistola calibre 45 , misma que colocó de manera ostensible en la mesa donde se discutía el descenso.

Alejandro Vázquez Cárdenas

El gobierno que merecemos (Por: Alejandro Vázquez Cárdenas)

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