Editoriales

Debate y marihuanadas / Teodoro Barajas Rodríguez

El autor es maestro en Gobierno y Asuntos Públicos, así como candidato a Doctor en Ciencias Políticas
El autor es maestro en Gobierno y Asuntos Públicos, así como candidato a Doctor en Ciencias Políticas

El consumo de drogas es un problema letal por todo lo que implica en una interminable cadena de males, corrupción, daños a la salud, blanqueo de capitales y más que terminan por empoderar  la impunidad como sello característico de la actualidad

Morelia, Michoacán, 08 de noviembre de 2015.- En nuestro país se ha dado el primer paso para que la marihuana sea consumida legalmente, así lo ha dictado la Suprema Corte de Justicia de la Nación, es la realidad aunque los debates se enconan; el gobierno federal reaccionó con virulencia hasta el exceso conservador. En tanto el círculo rojo de la opinocracia respalda la resolución judicial.

El consumo de drogas es un problema letal por todo lo que implica en una interminable cadena de males, corrupción, daños a la salud, blanqueo de capitales y más que terminan por empoderar  la impunidad como sello característico de la actualidad.

México legaliza la marihuana con fines lucrativos se podía leer en diversos portales electrónicos en múltiples medios de comunicación; las redes sociales replicaban la información emitida este miércoles anterior luego de la aprobación de los ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación;  la suerte quedó echada y tras ello el debate que no tiene fin.

En tópicos que por naturaleza son polémicos el debate es profuso, la mayoría de las veces se imponen los prejuicios, la influencia religiosa o los discursos políticamente correctos; rara vez se aborda con la objetividad requerida. México tiene un grave problema en materia de la drogadicción, si en el pasado fue un país de tránsito de la hierba u otras sustancias al vecino país del norte, en la actualidad es consumidor en gran escala no solo de la marihuana sino de cocaína, heroína y las sintéticas que son más destructivas.

Ahora ya los ministros de la Corte aprobaron la despenalización con fines recreativos a iniciativa de una asociación civil denominada SMART, sólo para los interesados no más.

De acuerdo con varias fuentes consultadas, la droga más adictiva es la nicotina y la más difícil de abandonar es el alcohol; la discusión no termina aunque los sectores del llamado círculo rojo está a favor de la legalización de la famosa hierba a la que se atribuyen propiedades curativas.

Recordemos que en varios estados de la Unión Americana está legalizado el consumo de la marihuana, lo mismo sucede en Uruguay, allá en el cono sur el entonces presidente José Mujica decidió aprobar dicha medida, incluso para que el gobierno se encargue de la producción y toda la parte logística para evitar la intervención de las mafias.

Con la aprobación, que es el caso, o la prohibición, la marihuana se consumirá en México, no se puede tapar el sol con un dedo ni jugar el papel del puritanismo a ultranza que suele terminar por expresar los desfiguros de la hipocresía.

En la era de la prohibición del alcohol en Estados Unidos, la famosa ley seca, el crimen invadió el territorio norteamericano como lo ilustra la historia de aquel capo que incluso se proyectó años después en el cine de Hollywood: Al Capone. Al final del día llegaron los policías comandados por Eliot Ness y sus intocables para poner cerrojos a una historia oscura que se extendió en el mercado negro propiciado por la prohibición de la venta del alcohol.

Es conveniente el debate en temas de interés público que tienen una evidente conexión con problemas sociales, los cuales no deben ser abordados desde una óptica moralina o religiosa –que es casi lo mismo- porque el problema tiene un mayor fondo.

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