Editoriales

Don Vasco / Teodoro Barajas Rodríguez

El autor es maestro en Gobierno y Asuntos Públicos, así como candidato a Doctor en Ciencias Políticas
El autor es maestro en Gobierno y Asuntos Públicos, así como candidato a Doctor en Ciencias Políticas

Recién se conmemoró el aniversario luctuoso de Don Vasco de Quiroga, un hombre que se significó en el corazón michoacano como inspirador de utopías en la zona Lacustre, la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo es un reflejo fiel del humanismo del hombre que nació en Madrigal de las Altas Torres, en la península ibérica

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Morelia, Michoacán, 15 de marzo de 2015.- Utopía es lo que no existe, aunque prevalece, así de contradictorio pero real; parece juego de palabras pero lo cierto es que algunos personajes las forjan en la praxis para marcar diferencia.

Recién se conmemoró el aniversario luctuoso de Don Vasco de Quiroga, un hombre que se significó en el corazón michoacano como inspirador de utopías en la zona Lacustre, se presume que tuvo la influencia de pensadores lustrosos como Tomás Moro, la verdad es que el legado de quien fuera el primer obispo de Michoacán permanece, la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo es un reflejo fiel del humanismo del hombre que nació en Madrigal de las Altas Torres, en la península ibérica.

En la etapa colonial figuraron algunos clérigos que les distinguió una labor en favor de los pueblos originarios, dos ejemplos lo son Vasco de Quiroga y Bartolomé de las Casas. Tomás Moro escribió un libro intitulado Utopía, en el que hace referencia a una isla que podríamos llamar idílica, en la cual la convivencia, el trabajo y la vida en colectividad se enfocan al  bien común, es evidente la influencia griega que en el pensamiento aristotélico se enfatiza que la causa última de la política es, justamente, el bienestar, la felicidad del pueblo. Algunos aportes del pensamiento griego se reflejan en las corrientes denominadas patrística y escolástica a través de los doctores de la iglesia católica.

Dicen que Vasco de Quiroga estaba hondamente influenciado por el pensamiento plasmado en Utopía del inglés Tomás Moro, lo cierto es que el primer obispo de Michoacán organizó los llamados hospitales-pueblo que se constituyen en la fuente histórica del derecho de la seguridad social.

Propuso oficios que hasta la fecha se mantienen en diversas regiones de nuestra entidad, principalmente en la Meseta Purépecha y la zona Lacustre, las guitarras, el cobre martillado, entre otras actividades no borran la huella de Vasco de Quiroga.

Bien por la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo que organizó diversos eventos para resaltar el aporte del nunca olvidado hombre que supo conjugar la dualidad de pensamiento y acción para llegar a nuestros días como luminoso referente.

Vasco de Quiroga fundó en 1540 al Primitivo y Real Colegio de San Nicolás Obispo, germen de lo que ahora es nuestra universidad como espacio abierto a la ciencia, docencia y cultura como pilares básicos que apuntalan al presente y siembran futuro.

Un gran hombre, como lo fue José Martí, escribió que olvidar a nuestros muertos equivale a profanarles, en un país en el que destaca la amnesia es reconfortante saber que se evoca la presencia de un hombre de luces que de muchas maneras está presente en estas horas y es un orgullo de Michoacán y de su tierra natal como me lo dijo el alcalde de Madrigal de las Altas Torres don Rufino Rodríguez Domínguez.

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