Editoriales

Donald Trump, mal necesario para la humanidad

El autor es Maestro en Derecho; ha sido diputado federal y catedrático de la UMSNH; ha tenido diversos cargos partidistas a nivel estatal y nacional; actualmente es secretario de Operación Política del CEN del PRD
El autor es Maestro en Derecho; ha sido diputado federal y catedrático de la UMSNH; ha tenido diversos cargos partidistas a nivel estatal y nacional; actualmente es secretario de Operación Política del CEN del PRD

Donald Trump es un ejemplo viviente para releer la historia de los hombres radicales en sus ideales perversos, hombres casi inhumanos que deben ser rechazados y no acompañados en sus objetivos de poder

Morelia, Michoacán, 21 de julio de 2016.- Donald Trump se ha presentado a sus seguidores y posibles electores como el norteamericano más nacionalista y patriótico, se asume como el salvador de los derechos exclusivos de sus connacionales y protector de sus límites territoriales.

Estados Unidos de América es un país multirracial, multicultural y multilingüístico,  así misma es su historia. Negar la heterogeneidad de su gente es renegar de su propio ADN.

Donald Trump se presenta como un intolerante de los migrantes latinos mayoritariamente mexicanos, aduce que les han quitado los trabajos y oportunidades a los estadounidenses, sostiene que los mexicanos son los principales generadores de la violencia y tráfico de drogas.

Trump ha hecho de sus discursos de campaña un escenario que está generando encono, odio y discriminación entre la heterocomposición de su población. Impulsa veladamente la pureza de la sangre norteamericana y entre ellos se lleva a los afroamericanos de origen.

El comportamiento del candidato republicano nos evoca a un pasaje indeseable de la historia universal. Nos recuerda a Hitler, nos enseña que el odio racial discursivo puede ir más allá de una estrategia de campaña electoral.

Para proteger y blindar a los norteamericanos asegura que construirá un muro transfronterizo, así como la revisión de los acuerdos internacionales para impulsar la preferencia dominante de los derechos de esa nación frente a los demás.

Donald Trump es un mal necesario para el mundo; Trump es un testigo maligno entre nosotros que debe ser observado permanente, Trump es una persona necesaria para tener muy presente que la ambición de ningún hombre o proyecto político no debe estar por encima de los derechos humanos, como tampoco por encima de la convivencia interracial.

Trump es un mal hombre, Trump es un sujeto necesario para enseñar a las nuevas generaciones que aún hay personas capaces de todo con tal de llegar al poder. Trump es un mal necesario para no olvidar lo terrible que es un hombre lleno de odio frente a quienes no son y piensan como él.

Donald Trump es un ejemplo viviente para releer la historia de los hombres radicales en sus ideales perversos, hombres casi inhumanos que deben ser rechazados y no acompañados en sus objetivos de poder.

La humanidad debe ver a Donald Trump como un mal necesario para tener presente que el fenómeno de la migración no es una práctica planeada por algún país, sino una acción natural de la movilidad  humana motivada para mejorar las condiciones de vida esencialmente; la cual no debe ser objeto y fundamento para promover la división entre los hombres y mujeres.

CONSPIRACIÓN DE VALLADOLID

El Presidente Juárez acuñó el principio «el respeto al derecho ajeno es la paz». Lo que vemos y escuchamos sobre los mexicanos  ilegales o con residencia legales radicados en Estados Unidos de América; debería ser objeto de un posicionamiento internacional de los poderes de nuestro País, más allá de sólo lamentar los hechos y dichos de Donald Trump.

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