Editoriales

El día después / Teodoro Barajas Rodríguez

El autor es maestro en Gobierno y Asuntos Públicos, así como candidato a Doctor en Ciencias Políticas
El autor es maestro en Gobierno y Asuntos Públicos, así como candidato a Doctor en Ciencias Políticas

Quien gane deberá mostrar su madurez para sumar propuestas bien articuladas de quienes hayan perdido, nadie lo sabe todo, la gente valiosa no suele ser exclusiva de un solo partido, al final del día Michoacán requiere de una gran reingeniería luego de los graves problemas

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Morelia, Michoacán, 01 de junio de 2015.- Cierres de campaña, explosión de euforia con los brotes de ansiedad de los equipos de campaña y simpatizantes de cada uno de los aspirantes a diversos cargos de elección popular, cada cual hace sus apuestas, calculan cifras y arman el futuro gabinete. Mítines, concentraciones bajo el estilo no extinto del acarreo.

Lo importante será saber qué sucederá el día después de la jornada electoral del 7 de junio ya cercano, han sido tantos los señalamientos, imputaciones que han terminado en agencias del Ministerio Público. El clima poselectoral no suele ser como en Estados Unidos, allá el candidato perdedor reconoce los resultados y se suma al ganador. En nuestro país la desconfianza tiene largos alcances, el rencor suele ser punzante como sentir permanente, digamos que no tenemos registro de muchas manifestaciones de urbanidad política.

Quien gane deberá mostrar su madurez para sumar propuestas bien articuladas de quienes hayan perdido, nadie lo sabe todo, la gente valiosa no suele ser exclusiva de un solo partido, al final del día Michoacán requiere de una gran reingeniería luego de los graves problemas de inseguridad, financieros así como de impunidad.

Mal haría la próxima administración en repetir el mismo guión de culpar a los gobernantes antecesores, una declaración o cuestionamiento no resuelve nada, en todo caso que vaya al fondo que no es otra que aplicar la ley. Nada más ni nada menos.

Está comprobado que a estas alturas las ideologías colapsaron, en todo caso el pragmatismo comenzó a deslizar sus alcances, algunos que fueron de izquierda ahora son de un pensamiento encontrado, quienes alcanzaron altos cargos en la derecha más conservadora ya son de izquierda. Estas situaciones me hacen recordar la historia de la revolución francesa, el bando sentado a la derecha apoyaba al monarca, la izquierda pedía su muerte, entonces el tenebroso genio llamado Joseph Fouché abandona su sitial del parlamento al lado derecho para sumarse al izquierdo para pedir la muerte del rey ante la sorpresa de sus hasta hacía unos minutos aliados. La condición humana jamás se esconde.

Será interesante como se acepta el resultado en todos los aspirantes a cargos de elección popular, la madurez y vocación democrática estarán a prueba, sin duda.

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