Editoriales

El Evangelio hoy: Mensajeros de salvación y paz

Cristo es enviado a un mundo en desgracia. Viene a anunciar la salvación de Dios: consuelo, paz, bienestar para los pobres.

Morelia, Michoacán, 06 de julio de 2019.- En tu vida. Estamos en un México de desgracias, los pronósticos de quienes saben es muy sombrío, el gobierno nos pinta un mundo perfecto, feliz.

Dios Habla. En la verdad de Dios y de las cosas, no en la opinión de los hombres mentirosos, estamos en un mundo en prueba, de sufrimientos y carencias, muerte, en un valle de dolor. La realidad es de luces y sombras y tenemos que luchar por un mundo más justo y digno, con resultados siempre provisionales, entre fracasos y limitaciones.

Quienes presentan un mundo sin problemas, que piensan que todo es lo máximo en el mejor de los mundos, que son seres divinos o diabólicos, que hacen historia y que todo lo arreglan perfectamente con su mente o con su palabra y sólo tienen éxitos. Quienes prometen crear la Transformación y hacer un paraíso en este mundo, mienten o están soñando o todo a la vez. No ven la realidad de “un mundo derrumbado”.

Dios ve la pena del pueblo y tiene su proyecto de liberarlo. Se anuncia como una buena noticia: “alégrense con Jerusalén todos los que por ella llevaron luto”.

El castigo por los pecados del pueblo va a terminar, el autor de la liberación es Dios: “Yo haré correr la paz sobre ella como un río… Cómo niños serán llevados en el regazo y acariciados sobre sus rodillas como un hijo a quien su madre consuela, así los consolaré yo… Los servidores del Señor conocerán su poder”.

Cristo es enviado al mundo a cumplir las promesas divinas, a realizar plenamente el proyecto de Dios. El tiempo se ha cumplido Cristo envía a proclamar la Buena Noticia. “Yo los envío como corderos en medio de lobos… Cuando entren en una casa digan: la paz reine en esta casa… Curen a los enfermos que haya y díganles: ya se acerca a ustedes el Reino de Dios. Les he dado poder para vencer… Toda la fuerza del enemigo”.

Pablo se hace eco y predica “la paz y la misericordia de Dios”.

La Transformación que necesitamos, la superación de la desigualdad social, del sufrimiento de los pobres sin un servicio digno de educación y abandonados en la ignorancia, sin seguridad y expuestos al saqueo y a la muerte, sin autoridad que defienda el medio ambiente y detenga la devastación, en un país sin ley, sin justicia, con régimen autoritario, necio, que niega los grandes problemas sólo puede venir de Jesucristo, el único Mesías y del amor y la misericordia de Dios.

Necesitamos mexicanos nuevos, que escuchen el llamado de Cristo: arrepiéntanse, conviértanse de tantos pecados, mentiras y crímenes.

En todo, se necesita renovar a la persona. La reforma moral sigue siendo un vacío terrible y una tarea pendiente.

Es necesario aceptar a Cristo y poner la confianza en su palabra: el Reino de Dios está cerca, más aún está en medio de nosotros. Necesitamos vencer al Maligno y la parte de corrupción, la mentira y el crimen que llevamos dentro.

En esta situación de desesperanza, cuando se han derrumbado los valores y el país cae en la miseria y la recesión necesitamos apoyarnos en la fe, dar el salto substancial, transformarnos y así poder ser agentes de transformación.

Vive intensamente. Necesitamos despertar y ver el país en ruinas y reconstruirlo con Jesucristo.

Cristo está aquí. Tiene el poder de crear mundos nuevos, de recrearnos con su cuerpo y su sangre.

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