Editoriales

El IEPS y los representantes populares / Jorge Álvarez Banderas

El autor, Jorge Álvarez Banderas, es un prestigiado y reconocido Doctor y académico especializado en temas legales y fiscales, además de coordinador general del CIJUS de la UMSNH
El autor, Jorge Álvarez Banderas, es un prestigiado y reconocido Doctor y académico especializado en temas legales y fiscales, además fue coordinador general del CIJUS de la UMSNH

El consumo de bebidas saborizadas no se limita con el incremento de tasas; la reducción propuesta al Impuesto Especial sobre Producción y Servicios en un 50% para los refrescos deja entrever un interés extraño del representante popular

Morelia, Michoacán, 21 de octubre de 2015.- Causa extrañeza que los comunicadores e incluso los mismos representantes populares se dirijan a los diputados y ellos a sí mismos como “diputados” de un partido político, cuando en realidad es el partido político quien los postula en elección directa o de “regalo” y una vez que entran en funciones se convierten en representantes populares, quienes deben velar por los intereses de los gobernados, no del partido de donde emergen como afiliados o por otros compromisos políticos.

Estos representantes populares a nivel federal en la fecha límite que jurídicamente tienen para ello aprueban la iniciativa de la Ley de Ingresos de la Federación para el ejercicio fiscal del año entrante 2016, de donde destaca un aspecto: la disminución de la tasa del impuesto especial sobre producción y servicios en un 50% respecto de las bebidas saborizadas que tengan hasta 5 gramos de azúcares añadidos por cada 100 mililitros, esta medida fue visiblemente impulsada por legisladores de filiación partidista PRI y PAN.

La verdad es que al consumidor de refrescos poco le importa si la tasa sube o baja en detrimento de su salud, ellos van a seguir consumiendo, en realidad a quien le interesa la disminución de la tasa de la contribución federal aludida es al industrial de la industria refresquera, quien seguramente por medio de sus cabilderos ha logrado animar a estos representantes populares no para beneficiar a la población, sino para el beneficio del sector, ya que finalmente la reducción se traduce en un incremento positivo en su patrimonio al no incrementar el precio del refresco en su caso, el consumidor no se da cuenta y el fisco es el que pierde.

Los legisladores emanados del partido Morena defendieron a ultranza la medida aludiendo a la salud de los niños y jóvenes, perdiendo de vista que la renta obtenida para la industria refresquera será en caso de merecer la aprobación ahora de los senadores mayúscula.

Un legislador michoacano señalaba que el estímulo y la reducción del impuesto es solo para bebidas con bajo índice calórico, señalando que él y sus compañeros de partido, hoy representantes populares, lo que buscaban con la medida es que las empresas produzcan bebidas con bajo contenido energético. Hoy que interesados están en la salud de los mexicanos, habiendo tantas cosas por legislar. Los detractores de la propuesta argumentan que no hay una evidencia científica de que este tipo de medidas en verdad disminuya la obesidad y diabetes en las personas. Considero que finalmente hay que seguir invirtiendo en educación para desde ahí formar a ciudadanos sanos y responsables para con ellos y con su país, nuestro país.

El consumo de bebidas saborizadas no se limita con el incremento de tasas, la reducción propuesta deja entrever un interés extraño del representante popular.

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