Editoriales

El señor López y la educación (Por: Alejandro Vázquez Cárdenas)

El autor de este artículo es el reconocido Doctor Alejandro Vázquez Cárdenas
El autor de este artículo es el reconocido Doctor Alejandro Vázquez Cárdenas

Evidentemente el estudio y la ciencia no es, ni será, el fuerte de Andrés Manuel, como la cultura no lo es de EPN. Lo que debe de preocupar a cualquiera que se ponga a pensar en ello es la amenazante combinación de ignorancia con la terquedad e intolerancia, inocultables características de López Obrador.

Morelia, Michoacán, 15 de mayo de 2018.- La experiencia de decenios ha mostrado que, cuando menos en México, los exámenes, las evaluaciones y el demostrar capacidad no son precisamente algo que a la “izquierda” les preocupe mayor cosa. También la experiencia nos ha mostrado que esta “izquierda” (signifique eso lo que signifique) es, sin duda alguna, una enemiga de su aplicación.

¿Quiere Ud. desatar las furias del infierno en un grupo de estudiantes de casi cualquier escuela? Solo dígales que no tendrán un lugar en los sitios de educación superior universitaria a menos que demuestran tener los conocimientos mínimos necesarios.

Hagamos memoria. Los movimientos estudiantiles, del nombre  que sea, que buscan el ingreso a equis universidad, de estudiantes reprobados, fósiles y otros con deficiencias cognitivas son abanderados y/o promovidos generalmente por grupos de choque ligados a esa cosa llamada «izquierda». Las escuelas y estructuras académicas donde son criterios dominantes  las corrientes «progresistas, revolucionarias, populares, socialistas, marxistas, leninistas, etcétera»  no se distinguen por su nivel académico. Es de todos conocido el ancestral el rechazo de las corrientes de tipo «magisterio democrático» a toda evaluación externa. Las excusas son múltiples, que no es justo, que no es el adecuado al entorno social, cultural y demográfico, que es un instrumento del imperialismo (?) con el fin de «desacreditar» la enseñanza «popular» y «revolucionaria» y otras tonterías similares. Lo anterior da como resultado lo que diariamente comprobamos;  consistentemente México ocupa los últimos lugares mundiales en calidad de educación.

Lo anterior viene a cuento porque nuevamente ha salido a relucir, a nivel nacional, el mortecino currículum académico del abanderado de MORENA; esa secta disfrazada de partido, secta manejada únicamente por el Sr. López y su dedito, secta tan tóxica que a su lado la popular “Pare de sufrir” es un jardín de niños y la Dianética un día de campo.

Resulta que el popular peje nunca se destacó por su rendimiento escolar. La investigación sobre el desempeño del ciudadano López Obrador muestra que el candidato que quiere cambiar el modelo económico del país reprobó esa materia en sus estudios universitarios. Según los historiales académicos que emite la UNAM, López Obrador tuvo 6.2 de promedio cuando cursó Ciencias Políticas. En su historial académico se registra que ingresó a la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM en 1973. Pero 14 años después, en 1987, todavía estaba presentando exámenes extraordinarios para aprobar la materia de Seminario de Tesis I  y II.

Con número de matrícula 7370246-5, López Obrador acumula siete materias no aprobadas: entre ellas precisamente Economía que reprobó en dos semestres seguidos. Lo mismo ocurrió con Matemáticas y Estadística, donde no las aprobó ni en los exámenes extraordinarios. Ese análisis muestra que Andrés Manuel hizo su carrera en la misma forma que habla, a pausas. Tardó 14 años en terminar una carrera que se cursa en cinco. En otras palabras, fue fósil de la UNAM. Reprobó materias a más no poder y varias las aprobó en exámenes extraordinarios merced a la conocida e infinita benevolencia de esa indulgente Universidad.

Evidentemente el estudio y la ciencia no es, ni será, el fuerte de Andrés Manuel, como la cultura no lo es de EPN. Lo que debe de preocupar a cualquiera que se ponga a pensar en ello es la amenazante combinación de ignorancia con la terquedad e intolerancia, inocultables características de López Obrador. Imaginemos, ¿Con que criterio decidirá en economía?  ¿Tendremos otro sexenio como el de Echeverría? ¿Cuál será el trato a los que no piensen como él?  ¿Alguien será lo suficientemente candoroso, por no usar otra palabra más sonora y descriptiva, para creer que López actualmente es el perdón y la amnistía andando? Ya olvidaron que en una de sus campañas, cuando se sentía seguro de ganar, circuló una lista de los periodistas y caricaturistas que deberían de salir del país en cuanto triunfara su movimiento. El encargado de avisar a los medios fue un conocido periodista que se vio obligado a dejar la dirección de un rotativo nacional y luego fundó un medio para apoyar al peje en su sendero.

López es realmente un personaje no confiable. Y sus seguidores, la mayoría escasamente ilustrados, movidos por un profundo rencor social y un afán vindicativo,  están iguales o peor.

Alejandro Vázquez Cárdenas

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