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Es mi opinión / Niñez sin infancia

La autora es licenciada en Economía por la UMSNH; consejera nacional y estatal del PAN; empresaria y ex funcionaria pública. Orgullosa madre de familia.
La autora es licenciada en Economía por la UMSNH; consejera nacional y estatal del PAN; empresaria y ex funcionaria pública. Orgullosa madre de familia.

Es cierto, los niños y las niñas son nuestro futuro como sociedad, pero hacen falta legislaciones, instituciones y organismos que procuren el bienestar infantil, sin condiciones y con resultados

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Morelia, Michoacán, 29 de abril de 2015.- Las grandes responsabilidades que damos a la niñez resultan ser incongruentes ante el difícil panorama que autoridades y sociedad le entregamos a la población infantil, que enfrenta diversas problemáticas como explotación laboral, migración y rezago en rubros como nutrición, educación y servicios de salud; lo que sin duda, pone en riesgo la misión que le hemos otorgado sin darle las herramientas necesarias: la de ser el futuro de México y encabezar el cambio de un país que necesita urgente reestructura.

Basta con checar las cifras arrojadas en un estudio elaborado por el Coneval y la UNICEF, que reporta que al menos 4.7 millones de niñas, niños y adolescentes viven en condiciones de pobreza  y desigualdad, para dar inicio a una lista sin fin de violaciones a sus derechos.

La lista se agrava si ahondamos en la cantidad que es invertida en educación básica, pues de acuerdo con la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), mientras en México tan sólo se otorgan 2,331 dólares por niño, en otros países se invierten 7,974 dólares.

En México ser niño no es fácil, siendo menores de edad su incapacidad para defenderse los convierte en uno de los sectores más vulnerables de la sociedad y es responsabilidad social combatir el olvido de sus derechos y responsabilizarse de su formación que es fundamental en la estructura cultural y de valores que dan forma al país.

Un cambio radical en el funcionamiento social de México, es decir, la eliminación de prácticas corruptas, abundancia de oportunidades, el completo abasto de bienes y servicios básicos, no es más que una utopía si como quien dice, los adultos del presente, aquellos que forman parte de las autoridades y también dentro del seno familiar, no toman las riendas y comienzan a darle a los niños y niñas la guía que les permita ser los ciudadanos responsables del futuro.

Es cierto, los niños y las niñas son nuestro futuro como sociedad, pero hacen falta legislaciones, instituciones y organismos que procuren el bienestar infantil, sin condiciones y con resultados. Es mi opinión…

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