Editoriales

Esfera Pública: AMLO sin el triunfo en la bolsa

El autor, Christián Gutiérrez, es licenciado en Serecho, con estudios de Maestría en Ciencia Política y Maestría en Neuromarketing, con estudios de doctorado en Política, Gobernabilidad y Políticas Públicas y diplomado en Marketing Político
El autor, Christián Gutiérrez, es licenciado en Serecho, con estudios de Maestría en Ciencia Política y Maestría en Neuromarketing, con estudios de doctorado en Política, Gobernabilidad y Políticas Públicas y diplomado en Marketing Político

Morena y Andrés Manuel López Obrador han intentado hacer creer que las cosas están definidas, y para efectos de ganar la campaña, me parece que resultó, aunque definitivamente, yo esperaría los dos momentos que estoy seguro, ocurrirán

Morelia, Michoacán, 10 de junio de 2018.- Las campañas por la Presidencia de la República avanzan hacia su recta final y en la opinión pública, ya permeó la idea de que Andrés Manuel López Obrador lleva una ventaja “irreversible”; sin embargo, creo que faltan dos momentos importantes que no se deben dejar de lado para considerar un posible resultado final diferente. El escenario hasta el momento parece lógico, pero creo que nada está escrito para AMLO.

Primer momento: Será muy importe el día de la jornada electoral, es decir, esperar la movilización humana que harán los partidos políticos para llevar a sus estructuras a las casillas. Los electores, en términos reales, pueden ser divididos en dos tipos: aquellos ciudadanos que irán a las urnas de manera directa y sin intermediarios que los lleven, y aquellos ciudadanos que, a través del apoyo de los partidos políticos, llegarán a las urnas. ¿Qué partido político o independiente tiene mayor y mejor organización de estructuras y las movilizará mejor?, ¿qué partido llevará a las urnas al mayor número de electores persuadidos de manera real?

Segundo momento: El golpe mediático que recibió Ricardo Anaya en la semana que recién pasó, puso su segundo lugar al borde del precipicio. Conforme veo y analizo estas campañas, estoy convencido de que resta un golpe más a este candidato, con el objetivo de hundir su campaña. Ha sido acusado de corrupción y tráfico de influencias para enriquecerse y fondear su carrera política y quedó tocado. Está listo para recibir la estocada que lo mande a la lona, sí así fuera la estrategia para desbancarlo.

Si el segundo momento acurre y Ricardo Anaya se va a la lona, el candidato del PRI, José Antonio Meade, asumiría -de facto- un segundo lugar en el imaginario de las personas y eso le permitiría disputar los votos útiles de panistas, perredistas, gente de movimiento ciudadano y miles de mexicanos que verían en Meade, la opción para que López Obrador no gane la elección presidencial. Sería irreal que Meade -que está en tercer lugar-, gane la elección. Por eso debe ser algo creíble y eso solo sucederá si llega a la recta final en segundo lugar.

Reitero, no hay que dejar de lado el tema de la movilización el día primero de julio. Ésta, puede dar el triunfo de la elección a cualquiera de los dos que disputen la elección. Recordemos que ganar la elección es diferente a ganar la campaña; una campaña solamente es una batalla por la percepción y una campaña se gana con marketing político y comunicación. Una elección, se gana con votos.

¿Quién niega la organización del PRI para ganar elecciones por tierra? En este escenario, el Revolucionario Institucional es el partido que podría demostrar más experiencia. Pero tampoco hay que negar que AMLO tiene en sus filas a expriístas que saben hacer movilización y el PAN, tampoco es novato en esto.

Morena y Andrés Manuel López Obrador han intentado hacer creer que las cosas están definidas, y para efectos de ganar la campaña, me parece que resultó, aunque definitivamente, yo esperaría los dos momentos que estoy seguro, ocurrirán.

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