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Filosofía del Pueblo: Las promesas eternas

Los candidatos ya en la recta final de las campañas comienzan a echar mano de las ya clásicas promesas de antaño, aquellas con las que siempre han mareado al pueblo y que no pueden faltar

Morelia, Michoacán, 26 de mayo de 2021.- Los candidatos ya en la recta final de las campañas comienzan a echar mano de las ya clásicas promesas de antaño, aquellas con las que siempre han mareado al pueblo y que no pueden faltar, como lo es (la más escuchada) “vamos a erradicar la pobreza”.

Y sin irnos  tan lejos aquí en lo local, hace días escuché decir a un candidato a diputado de uno de esos partidos chicos que no van a ganar, comprometerse a mejorar las condiciones de vida de su distrito, habló de mejorar la seguridad con más policía,  vigilancia con cámaras y  más empleo. 

Lo último me llamó la atención, pues para que haya una derrama de empleos se necesita atraer industria, llámese fábricas, maquiladoras, empacadoras, armadoras, etc…, lo cual jamás mencionó.

Y no es el único, pues un candidato a gobernador promete crear 20 fábricas para impulsar a los jóvenes, pero no especifica de qué, ni cuántos empleos serán y mucho menos de dónde va a sacar recursos para hacer eso, si ya todos sabemos que a final de año no pueden pagar los aguinaldos ni algunos meses de sueldo de los maestros.

Hablando de los candidatos a la presidencia municipal, uno de ellos promete poner hermosa la ciudad de Morelia, con ciclovías, modernizar el Centro Histórico de la capital y regar las plantitas; otro quiere invertir en mucha seguridad para todo el municipio, como lo es atrapar malandrines así como Batman, pero también se olvida de la verdadera creación de empleos, pues será la única manera de erradicar la inseguridad que es por lo que tanto lucha.

No nos olvidemos del abanderado del partido en el  poder, el cual tiene como eslogan la frase “él sabe cómo”, pero no nos deja saber cómo. 

Al final la historia ya la sabemos, una vez en funciones tendrán que responder a todos esos líderes y empresarios con los cuales se comprometió el candidato ganador, ya sea por haber recibido votos de los sindicatos o asociaciones o por el dinero que los empresarios invirtieron en sus campañas, a unos les dará beneficios económicos para sus empresas y a los otros algún hueso dentro de su administración, dejando atrás aquellas promesas tan sonadas.

La pobreza, desempleo e inseguridad seguirán ahí, pero las condiciones de vida mejorarán para sus allegados y familia al igual que su economía, tendrán mayor seguridad, pues ahora contarán con  escolta particular y a los votantes sólo se les dará migajas con alguna calle pavimentada de las muchas que hacen falta, los baches tapados con  mala calidad de material, policías mal vestidos y con poco entrenamiento, etc…

Pero eso a lo que ellos nombran promesas de campaña no deberían ser eso, promesas, sino derechos de todos los ciudadanos.

Filosofía del Pueblo: Un equipo de segunda

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