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Filosofía del Pueblo: Una desaparición forzada

Dedicarse a defender los derechos humanos en nuestro país no es una tarea fácil, así lo relata Cristina Paredes, activista que reside en nuestra ciudad, misma que ha sido orillada a luchar con familiares de desaparecidos

Morelia, Michoacán, 21 de julio de 2021.- Dedicarse a defender los derechos humanos en nuestro país no es una tarea fácil, así lo relata Cristina Paredes, activista que reside en nuestra ciudad, misma que ha sido orillada a luchar con familiares de desaparecidos.

¿Qué la motivó a ello? Su padre, José Francisco Paredes, detenido y desaparecido por miembros del estado mexicano en septiembre del 2007.

Desde entonces hasta la fecha exige juicio y castigo a los responsables de un mal que ha aquejado al país desde los años 70, en el periodo denominado “guerra sucia”, donde 1400 jóvenes pertenecientes a movimientos populares fueron desaparecidos y que su padre, al igual que los miembros de la fundación “Diego Lucero”, impulsaban ante la comisión interamericana de los derechos humanos un juicio por crímenes contra la humanidad ante esos hechos.

¿Quiénes se han sumado a esta causa? La Organización de Las Naciones Unidas (ONU), la Comisión Interamericana de los Derechos Humanos (CIDH) apoyando con visores, asesorías y acompañamientos, mismos que reciben los casos  y  exhortan a las autoridades a que prevengan, sancionen e impulsen leyes para la desaparición forzada de personas.

¿Cómo es que sobreviven? Económicamente lo hacemos con recursos propios, organizaciones solidarias no gubernamentales también se hacen presentes, pues ha necesitado salir del país para dar a conocer estos hechos que son ignorados fuera de nuestro territorio e inclusive la parte progresista de la iglesia apoya con algunas actividades.

Cristina nos cuenta que inició su lucha a la edad de 25 años y sin contar con el apoyo de las autoridades en los tres órdenes de gobierno, ya que es casi nula la voluntad para cooperar ante estas situaciones.

La prensa de inicio mostró poco interés, pero con el tiempo se han ido sensibilizando debido a desapariciones de varios periodistas, facilitando espacios para dar a conocer su trabajo.

Debido a la lucha que ha encabezado se encuentra dentro del mecanismo de protección a periodistas y defensores de los derechos humanos, pues ha sido blanco de persecuciones, amenazas, hostigamiento, agresiones y atentados.

Estos hechos no han mermado su lucha, pues aunque ha sido agotador, el amor a su padre y a las personas que llevan décadas exigiendo justicia tanto en México como en todo el mundo seguirá siendo la motivación a esta noble pero peligrosa actividad.

Pertenece a la organización COFADDEM “Alzando Voces”, dando acompañamiento, apoyo psicológico y jurídico para las víctimas de personas desaparecidas siendo las redes sociales (Facebook) donde pueden contactarlos.

Se despide con el siguiente mensaje: “Si desaparezco me gustaría que me buscaran, pues es lo que en mi lugar haría mi padre hasta sus últimos días”, no dejando atrás la consigna “vivos se los llevaron y vivos los queremos”.

Filosofía del Pueblo: Un bache en la ciudad

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