Editoriales

Filosofía del Pueblo: Una obra en la ciudad

Ya es justo que nuestra bella ciudad deje de ser el trampolín político de algunos dejando en el olvido ese desarrollo que sólo se ha quedado en mero discurso

Morelia, Michoacán, 30 de junio de 2021.- Recientemente hemos visto un inusual incremento en las obras viales de nuestra ciudad en dos de las salidas principales, las cuales ayudarán a ser más fluida la circulación para los que necesitan manejar por esa zona. Obras que se agradecen ya que la  ciudad cuenta con muy poca infraestructura de este tipo.

Desde entonces el caos es  inevitable en esos  cruces, siendo Mil Cumbres y Salamanca los puntos  elegidos, en los cuales se debe esperar hasta una hora para ingresar o salir manejando. 

Las vías alternas que fueron habilitadas en el caso de Tarímbaro ya cuentan con bastante deterioro y si a esto le añadimos el tráfico pesado con lluvia, no hay alternativa que tener  paciencia, bastante precaución pues  no contamos con un cuerpo de agentes de tránsito suficiente que ponga orden en los puntos con mayor conflicto.

Los señalamientos con los que cuentan las empresas constructoras son insuficientes y confusos, haciendo muy peligroso el recorrido.

Si nos trasladamos hacia el cruce de Mil Cumbres allí  no hay manera de rodear para evitar el puente en construcción, ya que  esa zona está indiscriminadamente llena de colonias ubicadas  entre montañas, en el perímetro de la carretera y hasta en las  barrancas.

Por otro lado al libramiento se le está dando el reencarpetado, digamos que de rutina, ocasionando que se entorpezca aún más la carga vehicular.

En la Zona Centro sobre la Avenida Lázaro Cárdenas y su continuación con Benedicto López  también está en proceso de reconstrucción, sólo que a diferencia de las demás  aquí si existen  vías alternas que hacen fluir el tránsito.

Pero eso no es todo, Solidaridad a la altura de Ocampo está interrumpida, causando que se desvíe el tráfico hasta Villa Universidad, pero aquí se observa un lento avance en su construcción.

Y no bastando todo lo anterior también contamos con marchas y plantones que dejan paralizado el Centro Histórico, causando el enojo de los automovilistas que ahí quedan varados.

El atraso en el que nos dejaron todos los gobiernos desde el 2002 (sin olvidar que hasta tuvimos un presidente de la República moreliano y que nos prometió que nos iba a ir muy bien), se ha visto reflejado  también en la mayoría de las calles en colonias populares.

Sin olvidar la manera tan torpe de fraccionar Morelia, pues  tiene lugares habitados no aptos, desde zonas de inundaciones, áreas protegidas y hasta manantiales naturales contaminando así el vital líquido que surte a la población.

Las nuevas autoridades han prometido que van a dejar bella la capital y eso es lo  que  se espera, pues en verdad estamos hartos de esas obras mal hechas, como lo es el puente de la Salida Charo, donde se mina el agua, alternado con  las coladeras que  se rompen con facilidad, creando accidentes muy serios.

 O, ¿qué me dicen del puente de Avenida Madero que prometía librar el tren?, pero desembocó en un cruce con semáforo creando tremendas filas, lo mismo el puente de salida a Quiroga en la bajada con el cruce a San Juanito.

Ya es justo que nuestra bella ciudad deje de ser el trampolín político de algunos dejando en el olvido ese desarrollo que sólo se ha quedado en mero discurso.

Filosofía del Pueblo: Una marcha por el orgullo

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