Editoriales

Juan Gabriel / Teodoro Barajas Rodríguez

El autor es maestro en Gobierno y Asuntos Públicos, así como candidato a Doctor en Ciencias Políticas
El autor es maestro en Gobierno y Asuntos Públicos, así como candidato a Doctor en Ciencias Políticas

Murió Juan Gabriel y su legado perdurará, sus canciones son herencia, las letras de sus composiciones están en boca de muchos, y su imagen pervive como un reflejo diáfano de la creatividad del michoacano forjado en Ciudad Juárez

Morelia, Michoacán, 29 de agosto de 2016.- Figura icónica de la cultura popular, cantautor laureado y todo un personaje fue Juan Gabriel que nació en Parácuaro en 1950, su historia tiene tramos épicos para regresar desde la adversidad, su muerte inesperada el domingo anterior agrega un toque legendario.

Aportó su creatividad para modular los pesares o expandir alegrías, lo cierto es que tiene un sitial indiscutible en muchos fans que no dejan de cantar y evocar las canciones suyas que no dejan de tocarse.

Alberto Aguilera Valadez escribió su historia que es conocida, el gobierno federal ha ofrecido el recinto del Palacio de Bellas Artes para que reciba el adiós, una figura controvertida que pareció brotar de la nada para quedarse por siempre.

Ver a Juan Gabriel en el escenario siempre fue una experiencia digna de recordarse por el derroche de energía y talento, por su capacidad de improvisación y la calidad musical que le acompañaba. Es uno de los grandes de la música popular, ello es inobjetable, al lado de Agustín Lara, Pedro Infante y muchos más que no fueron condenados por el olvido.

La muerte repentina del cantautor michoacano fue tendencia en redes sociales, un joven de origen humilde que estuvo preso en el antiguo Palacio Negro de Lecumberri, el cantante que deambulaba en antros en sus inicios es el que termina con la aureola de ídolo en un país fervoroso que premia a los de su estirpe.

Algunos políticos expresan su pesar por la desaparición de Juan Gabriel aunque no dicen nada por lo que ha sucedido en nuestro país en los últimos tiempos que registran estadísticas tortuosas en materia de la alta criminalidad. La crisis económica no afloja su paso sostenido, los escándalos se han dado vuelo para exhibir a una clase política que en algún momento extravió la brújula.

Tenemos un país que en muchos sentidos es brutal, la inseguridad, la impunidad y la intransigencia se padecen por doquier, los medios masivos han dedicado espacios prolongados para evocar al Divo de Juárez, no obstante se anunció nuevo incremento a la gasolina que refiere el fracaso temprano de las reformas estructurales que golpean inmisericorde los bolsillos de las mayorías.

Murió Juan Gabriel y su legado perdurará, sus canciones son herencia, las letras de sus composiciones están en boca de muchos, y su imagen pervive como un reflejo diáfano de la creatividad del michoacano forjado en Ciudad Juárez. Hasta siempre Juan Gabriel.

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