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La biografía de Benito Juárez que nadie nos contó en la escuela (Por: Paola Vázquez)

las llamadas “Leyes de Reforma” de corte liberal, no sólo fueron la base para un Estado “laico” que quitó propiedades de la Iglesia, sino que esas mismas leyes fueron la vía para el despojo de las tierras de los pueblos indígenas
Las llamadas “Leyes de Reforma” de corte liberal, no sólo fueron la base para un Estado “laico” que quitó propiedades de la Iglesia, sino que esas mismas leyes fueron la vía para el despojo de las tierras de los pueblos indígenas

La historia de Benito Juárez no es como nos la contaron, detrás de la postura nacionalista se escondía el interés de las élites liberales

Ciudad de México, 21 de marzo de 2019.- –Las clases de Historia se hicieron para dormirse–  , me dijo un día un amigo. Y sucede que la mayoría aprendimos la historia como datos que debíamos saber de memoria para pasar, aunque sea de “panzazo” los crueles exámenes: fechas, nombres, lugares, tratados y un sinfín de datos a los que no les encontramos sentido en nuestras vidas cotidianas.

En cambio a la salida de la escuela, nos despertaba el ánimo jugar una cascarita. Para comenzar un partido aprendimos en la calle a  “echar un volado”: ¿Águila o Sol? Sin darnos cuenta, en la calle estábamos jugando la verdadera Historia.

La moneda es un objeto de uso cotidiano en el que se ha representado la disputa entre bandos. Durante el gobierno de Maximiliano la moneda al reverso tenía impresa la frase “Imperio Mexicano” y cuando Benito Juárez regresó a la presidencia se imprimió la leyenda “República Mexicana”.

La historia está llena de esos pequeños detalles, insignificantes en un sentido pero muy significativos de una lucha de poder entre bandos. Tan apasionante como un juego de futbol al salir del colegio, la historia es ese partido en el que se debate el destino de un país y de un pueblo.

En esa historia los llamados “héroes nacionales” juegan, para bien o para mal, un papel en la historia y, más allá de ser buenos o malos, su papel en ese juego de poder nos impacta más que como espectadores, como partícipes. Los nombres de hombres y mujeres como Benito Juárez se escribieron como un gran mito, por ello nos preguntamos:

¿Qué hay detrás del gran mito del “indio puro» que hoy día es enarbolado como un gran héroe nacional?

Benito Juárez engendró el mito del “indio” que llegó a ser presidente, podríamos decir en primer lugar que el argumento indigenista apeló a inspirar a los mexicanos un sentimiento nacionalista. Juárez es recordado como el liberal que expulsó a los franceses de México y fusiló a Maximiliano.

Lo cierto es que Juárez, influenciado por la masonería, estuvo más cercano a las élites liberales que a la raíz indígena de la cual incluso renegaba. Cuando se  habla de este periodo de la historia es difícil distinguir entre liberales y conservadores, como hoy es complejo distinguir entre derechas e izquierdas.

A instalarse el gobierno de Maximiliano, con el apoyo de los Conservadores, Benito Juárez tuvo que salir huyendo de la capital y conformó un gobierno itinerante que se empeñó en retomar el poder; cuestión en la cual buscó apoyo en el extranjero.

El Tratado McLane Ocampo es uno de los ejemplos claros del interés de Juárez y de los liberales por recuperar el poder, pues por medio de éste apelaron al apoyo de Estados Unidos para legitimar el gobierno juarista.

En realidad el Tratado era violatorio de la soberanía nacional pues permitía el acceso de los militares norteamericanos al país y cedóa a perpetuidad el paso por el Itsmo de Tehuantepec, una zona estratégica que siempre ha estado en la mira de los norteamericanos.

México cedía a Estados Unidos los derechos de tránsito mediante dos franjas, una de ellas por Sonora hasta el Mar de Cortés en frontera con Arizona y la otra por el puerto de Mazatlán hasta llegar a Matamoros  y al sur de Texas.

El presidente Buchanan favorecía a Juárez y estaba dispuesto a pagar 4 millones de dólares por los beneficios que obtendría en territorio mexicano. El dinero lo usaría Juárez para financiar la guerra contra el Partido Conservador que apoyaba a Maximiliano.

Podríamos preguntarnos si este tipo de acuerdos habían sido consultados al pueblo de México y de antemano sabríamos que la respuesta es negativa. Este tipo de decisiones han sido el haz bajo la manga de los políticos.

Si bien en el discurso de Juárez se buscaba sacar a los “invasores” franceses del territorio nacional, se estaba dando la entrada a los invasores norteamericanos.

Por medio de este acuerdo, el Gobierno republicano de Juárez buscó ser reconocido ante la comunidad internacional con el fin de expulsar a Maximiliano. A pesar de que el Tratado no fue ratificado, ayudó a la derrota con los invasores, sin embargo ni siquiera el restablecimiento de la República ni el asesinato de Maximiliano traerían al pueblo de México los bienes que los liberales proclamaban, al contrario.

Detrás de la postura de liberal de Benito Juárez se esconde el interés de las élites por retomar el control del territorio nacional. De hecho, las llamadas “Leyes de Reforma” de corte liberal, no sólo fueron la base para un Estado “laico” que quitó propiedades de la Iglesia, sino que esas mismas leyes fueron la vía para el despojo de las tierras de los pueblos indígenas.

Muchas comunidades perdieron sus tierras comunales por medio de la desamortización y no las recuperarían sino con el gobierno de Cárdenas y posteriormente, en 1992 las volverían a perder bajo el TLCAN, el Tratado de Libre Comercio que «modernizaba» a México. De nuevo un Tratado con Estado Unidos que ha puesto en desventaja a nuestro país.

Podemos decir que Juárez no es como nos lo pintaron y que, como decía Zapata, siempre que alguien toma el poder, se corrompe. Del mismo modo, los Tratados hechos por los poderosos para mantenerse en el poder, no son garantía de beneficio para el pueblo de México.

Aunado a ello, los pueblos indios son los eternos olvidados de México,  quienes siempre han pagado las consecuencias desde la conquista de una guerra de 500 años. Los poderosos, del color y el bando político que sean: liberales o conservadores, de derecha o pseudo izquierda, siguen jugando una guerra sobre el destino de las mayorías sin avisarnos ni consultarnos con el fin de mantenerse en el poder.

Hoy día la historia en nuestro país una moneda sigue echada al aire y sólo el pueblo mexicano decidirá si cae Águila o Sol, o quizá, si tenemos suerte, caiga de canto.

TEXTO ORIGINAL PUBLICADO EL 27 DE FEBRERO DE 2016: https://culturacolectiva.com/historia/la-biografia-de-benito-juarez-que-nadie-nos-conto-en-la-escuela

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