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La Duda / El mayor lastre de Michoacán: Profesores y normalistas

El autor, Víctor Armando López, es periodista con más de dos décadas de trayectoria, tanto en medios de comunicación como en áreas de comunicación social institucionales; actualmente es director del portal La Página Noticias
El autor, Víctor Armando López, es periodista con más de dos décadas de trayectoria, tanto en medios de comunicación como en áreas de comunicación social institucionales; actualmente es director del portal La Página Noticias

Centistas y normalistas ya tienen al borde de la histeria a los ciudadanos, pues cuando no secuestran, roban, y provocan daño a las cosas. Los denuncian y no pasa nada; los detienen y en un “ratito” los sueltan con toda la desfachatez de una autoridad cómplice y promotora de la cultura de la impunidad

Morelia, Michoacán, 19 de noviembre de 2015.- Una vez más profesores afiliados a la CNTE y los normalistas siguen pisoteando los derechos de los michoacanos, y poniendo en jaque al gobierno estatal que se les ponga enfrente, peor aún, han ridiculizado a los “rambos federales” quienes supuestamente llegaron para darle orden a la entidad por medio de la cercanía y la acción inmediata. Claro está que sin conseguirlo.

Prueba de ello es que continúan de manera constante los secuestros de camiones foráneos, así como de empresas comercializadoras, a las cuales también, y de pasadita, les roban todos los productos. ¿Y la estrategia y las advertencias de ceñirse al marco del derecho? Pues muy bien gracias. Feliz Navidad y que los michoacanos le pidan el milagrito a los Reyes Magos.

Centistas y normalistas ya tienen al borde de la histeria a los ciudadanos, pues cuando no secuestran, roban, y provocan daño a las cosas. Los denuncian y no pasa nada; los detienen y en un “ratito” los sueltan con toda la desfachatez de una autoridad cómplice y promotora de la cultura de la impunidad para determinados grupos.

Este colapso psicológico que han provocado profesores y normalistas ya llegó a su límite, y es que desde hace años siempre se ha considerado que sus marchas, manifestaciones, extorsiones, secuestros y demás iban a pasar a mayores.

Y lo lograron con el beneplácito de quienes cobran como servidores públicos pero que actúan como comparsa de estos grupos delincuenciales. El pasado 11 de noviembre una reportera de una cadena nacional televisiva fue atropellada en el marco de la mentada megamarcha de profesores y normalistas, hecho que lamentablemente, días después, cobró la vida de este joven de 24 años de edad.

Pudo haber sido un descuido en el ejercicio del riesgoso trabajo diario; o quizá el ánimo alterado de un conductor harto (al igual que más de cuatro millones de michoacanos) de que en la capital michoacana haya marchas y plantones por lo menos cuatro días a la semana, sin que ninguna autoridad ponga orden, bajo el argumento de que constitucionalmente hay que respetar la libertad de reunión, la de expresión y libertad de las ideas.

Lo cierto es que del fallecimiento de la reportera hay tres presuntos culpables: 1 y 2: Profesores y normalistas, por violentar en todo momento los derechos del ciudadano bajo intereses mezquinos y, 3) la autoridad que no aplica la ley, sino que la negocia o teme ejecutarla, también por intereses de grupo.

Los derechos de la libertad de reunión, de expresión y de ideas no son absolutos o ilimitados. ¿Entonces?

Y por si quieren seguir incrementando la burocracia legal, hay que informarles a legisladores y autoridad en turno que no es necesario desgastarse en la elaboración y aprobación de una ley que regule marchas y plantones en Michoacán.

Tan sólo es básico que la autoridad (que se supone es estudiada, por eso llegó a donde está, además de que cuenta con flamantes asesores) recuerde que México está suscrito a varios tratados internacionales, y debe cumplir con ellos.

Se los voy a decir en secreto, para que no se ofendan: El artículo 15 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos sobre el tema de libertad de reunión (marchas, plantones y manifestaciones) señala: “El ejercicio de tal derecho sólo puede estar sujeto a las restricciones previstas por la ley, que sean necesarias en una sociedad democrática, en interés de la seguridad nacional, de la seguridad o del orden público, o para proteger la salud o la moral públicas o los derechos o libertades de los demás”. ¡Quihubo!

Lo malo es que los derechos humanos en Michoacán se politizan y tanto partidos como autoridad los usan para agredir a la misma sociedad. La duda es: ¿Hasta cuándo seguiremos siendo víctimas de la delincuencia organizada que hoy día representan y desarrollan los profesores centistas y los normalistas?

Uno para llevar

El lamentable fallecimiento de la reportera michoacana pone en alerta el tema de que los medios de comunicación de Michoacán realmente brinden todas las prestaciones de ley a sus trabajadores, no que simulen hacerlo y que violen las normas en la materia. Pues todos los días se pone en riesgo la vida.

Incluso, el propio trabajador tiene todas las de ganar si no tiene prestaciones y las exige. ¡Ojo! Si trabajas en cualquier medio de comunicación y no cuentas con los beneficios del Seguro Social no necesitas pelearte con nadie, pues la Secretaría del Trabajo realiza visitas sorpresa a las empresas que por este hecho sean denunciadas. Y mejor aún, reciben denuncias anónimas.

Dos con salsa

Cada vez se confirma más que el rectorado de Medardo Serna González no tiene rumbo alguno. El desarrollo de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo sigue plano desde hace ya varios años, y ahora no sólo eso, sino que su franca picada habrá de darse en un corto plazo.

Serna González no quiere aceptar, o no se da cuenta, que su equipo de trabajo falló. No basta con tener diversos grados académicos para garantizar una buena administración, una cosa es ser un “perfil salonero” (de esos que se la pasan estudiando para obtener títulos y luego simplemente dedicarse a impartir clases sin haber tenido nunca alguna experiencia laboral), y otra saber trabajar o como se dice: “meter las manos”. Por darle chamba a su círculo de amigos y recomendados, para todas las áreas, está pagando las consecuencias. ¡Ya ven como siempre existe la probabilidad de que llegue un peor rector a la UMSNH!

Y uno para aquí

Los eventos organizados por la propia sociedad tienen mayor identificación y sana convivencia entre los michoacanos, que los que organizan “los fufurufos” con el apoyo oficial.

Prueba de ello es el éxito del Primer Festival Internacional de Cine de Michoacán, organizado por la actriz Elpidia Carrillo en Parácuaro; y el declive del Festival Internacional de Cine de Morelia, mismo que es respaldado por los Juniors michoacanos. ¡Corte!

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