Editoriales

La obligación de informar la verdad en Michoacán / Hugo Gama

Hugo Gama es Maestro en Derecho por la Universidad La Salle México, así como abogado especialista en propiedad industrial
Hugo Gama es Maestro en Derecho por la Universidad La Salle México, así como abogado especialista en propiedad industrial

Pareciera que los funcionarios públicos desean trasladar su obligación de lograr paz, estabilidad y gobernanza a los comunicadores, y al mismo tiempo desinforman, mienten y ocultan la verdad

 

Morelia, Mich., 29 de julio de 2013.- Michoacán es nuevamente nota internacional, la tierra que casi logran gobernar Fausto Vallejo Figueroa, Jesús Reyna García, Miguel Ángel Osorio Chong y que según Carlos Loret de Mola los grupos obscuros llevan ventaja de poder, se ve inmersa en una ola incontrolable de violencia que las fuerzas castrenses, federales, estatales y municipales no pueden contener, se trata pues, de una guerra que lleva desde la llegada del otrora administrador de Los Pinos de apellido Calderón y la cual continua con los mismos errores el actual administrador.

 

Hemos sido testigos de la importancia que le dan los medios nacionales e internacionales a los acontecimientos que se viven en Michoacán, columnistas y articulistas dan cuenta de ello. Ante dicha situación se han lanzado los empresarios, prestadores de servicios turísticos y funcionarios estatales en contra de los informadores, incluso han demandado que los medios de comunicación dejen de informar sobre el tema para no ahuyentar al turismo y a la inversión.

 

Han sido capaces de culpar a los medios de la mala imagen del estado, como si los periodistas fueran los responsables de la inseguridad o como sí cada palabra escrita fuera una bala que se impacta en el cuerpo de un inocente. Pareciera que los funcionarios públicos desean trasladar su obligación de lograr paz, estabilidad y gobernanza a los comunicadores, y al mismo tiempo desinforman, mienten y ocultan la verdad.

 

El argumento de los empresarios y de los funcionarios estatales es porque según ellos las notas afectan y dañan la imagen del estado, lo que tiene por consecuencia que el turismo no visite estas tierras y la inversión no llegue, y por ende se encuentren en riesgo cientos de empleos. Sin embargo, ambos demandantes ignoran que la difusión de la información y las ideas es un derecho de ida y de vuelta, es para el que la emite y para el que la recibe, por lo que pedir silencio o querer censurar es una doble violación de derechos.

 

Los turistas e inversionistas extranjeros, nacionales y los locales tienen el derecho a saber que pasa en Michoacán, no se les puede ocultar la verdad, no se les debe mentir, tienen la libertad de decidir que hacen, pero con base a la verdad. Los funcionarios estatales saben lo que pasa en estas tierras, incluso ellos prefieren irse de vacaciones a otras entidades federativas que quedarse a pasear en Michoacán, claro no se arriesgan, pero si arriesgan a los demás.

 

También hemos sido testigos de las notas, artículos y columnas que se escriben en honor a la salud de Fausto Vallejo Figueroa, y de ello hace una excelente narración Lydia Cacho en su artículo titulado “El Gobernador enfermo” (http://www.sinembargo.mx/opinion/25-07-2013/16183), donde trasciende que Vallejo, su partido y su equipo sabían desde la campaña electoral que en el caso de ganar la elección, habría de llegarse el momento en que se separaría del cargo de gobernador para atender su enfermedad.

 

El artículo de Cacho en realidad no es un descubrimiento o una novedad, su contenido es algo que miles de michoacanos discuten diariamente, sin embargo, hasta que una personalidad y profesionista de esa talla lo escribe, es cuando se le da relevancia al asunto. En la nota se deja en evidencia la irresponsabilidad de Fausto Vallejo en aceptar la candidatura, sabiendo que en caso de ganar se separaría del cargo, lo que ha ocasionado vacío de poder y que en este momento exista una disputa por el dominio y control del poder ejecutivo entre Jesús Reyna y el hijo del gobernador Vallejo, aunado a que las fuerzas oscuras imponen su voluntad en grandes zonas del territorio michoacano.  

 

En recientes días el titular del Ejecutivo Federal, Peña Nieto, durante una entrevista en el avión presidencial, afirmó que la ausencia de Vallejo ha sido obstáculo para la coordinación entre la federación y el estado, por otro lado el coordinador de los senadores priístas, Emilio Gamboa deja entrever que existe vacío de poder en Michoacán por motivos de la ausencia Vallejo y que la desaparición de poderes se encuentra en el escenario, es decir, en ambos casos ya señalan que la separación de Fausto de su cargo es lo que ha ocasionado la inestabilidad en el estado, con lo que se refuerza la crítica de Cacho y de miles de michoacanos de que el ex presidente municipal de Morelia actuó irresponsablemente.

 

El gobierno de los Vallejo y de Reyna ha apostado por la desinformación, la mentira, por ocultar y minimizar la verdad, ante ello, los medios de comunicación, los periodistas no pueden dejar de informar, tienen el derecho pero también tienen la obligación de hacerlo, por supuesto que deben seguir informando sobre la inseguridad, los acontecimientos, la salud de Vallejo, la pérdida del poder y las consecuencias políticas de la ausencia del mandatario original, sin embargo, deben mostrar profesionalismo y encuadrar todas su notas y artículos en los principios y normas mínimas de éticas del periodismo, no deben mentir u ocultar información, eso sería fraude informativo al estilo gobierno del estado.

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