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La Tierra Plana (Por: Alejandro Vázquez Cárdenas)

El autor de este artículo es el reconocido Doctor Alejandro Vázquez Cárdenas
El autor de este artículo es el reconocido Doctor Alejandro Vázquez Cárdenas

Lo mas triste del asunto es que conociendo la naturaleza del humano este tipo de creencias idiotas no creo que desaparezcan jamás; la ignorancia es inerradicable, pero al menos debemos trabajar para que estos disparates, estas teorías descabelladas  y sus necios promotores no dejen de ser más que unos tontos y ridículos marginales

Morelia. Michoacán, 05 de marzo de 2019.- STULTORUM INFINITUS EST NUMERUS. Esta frase del latín, se traduce como “el número de tontos es infinito”; su origen lo podemos ubicar en la Biblia; concretamente, en el Eclesiastés 1.15,  aunque esto no es del todo exacto. La frase figura en la Vulgata antigua, es decir, en la traducción del texto hebreo realizada por San Jerónimo por encargo del Papa Dámaso I en el más que remoto año de 382, y que fue confirmada en el concilio de Trento como versión oficial de la Biblia de la Iglesia Católica.

Pero no todo es inmutable, ni siquiera dentro del rígido rito católico, pues resulta que en 1965, durante el Concilio Vaticano II, el Papa Pablo VI designó una comisión para revisar la Vulgata a partir de consideraciones filológicas sobre los textos originales, de la que surgió la Nueva Vulgata, la versión oficial católica desde 1979. En ella algunos pasajes fueron rectificados, entre ellos Ec. 1.15. En efecto, en la Vulgata antigua dice: Perversi difficile corriguntur et stultorum infinitus est numerus. (Los malvados difícilmente se corrigen, y es infinito el número de los necios), mientras que en la Nueva Vulgata se lee:Quod est curvum, rectum fieri non potest; et, quod deficiens est, numerari non potest. (Lo torcido no puede enderezarse y lo que falta no se puede contar).

Pero de que la frase quedó fija en el imaginario popular y todo indica que seguirá firme hasta el final de los tiempos no queda duda. El número de tontos , si bien no se puede asegurar que sea infinito, si podemos afirmar que son muchos, muchísimos,  millones, cuando menos 30 millones de ellos aquí en México.

Veamos como ejemplos alguna insensateces que  millones de personas, a esta alturas del siglo XXI, aún creen. Para cualquier persona, de medianamente culta para arriba,  sobran evidencias de que la Tierra es , para fines prácticos redonda, o más precisamente un geoide. Y no es un conocimiento novedoso, pues en el siglo III AC Eratóstenes de Cirene confirmó que la tierra era redonda con solo unas observaciones y una vara, y no solo demostró la redondez de la tierra, sino que calculó, con bastante precisión, cuál era su circunferencia. Hazaña que más de dos mil años después no cualquiera puede repetir.

Eratóstenes , por cierto, gran amigo de Arquímedes, en sus estudios de los papiros de la biblioteca de Alejandría, encontró un informe de observaciones en Siena ( hoy Asuán, Egipto) unos 800 Km. al sureste de Alejandría, en el que se decía que los rayos solares al caer sobre una vara el mediodía del solsticio de verano (el actual 21 de junio) no producía sombra; entonces realizó las mismas observaciones en Alejandría el mismo día a la misma hora, descubriendo que la luz del Sol incidía verticalmente en un pozo de agua el mismo día a la misma hora. Asumió de manera correcta que, si el Sol se encontraba a gran distancia, sus rayos al alcanzar la tierra debían llegar en forma paralela, si esta era plana como se creía en aquellas épocas, y no se deberían encontrar diferencias entre las sombras proyectadas por los objetos a la misma hora del mismo día, independientemente de donde se encontraran.

Sin embargo, al demostrarse que si lo hacían (la sombra en Siena formaba 7 grados con la vertical), dedujo que la tierra no era plana y, utilizando la distancia conocida entre las dos ciudades y el ángulo medido de las sombras, calculó la circunferencia de la tierra en aproximadamente 250.000 estadios (unos 40.000 kilómetros, bastante exacto para la época y sus recursos).

También calculó la distancia al Sol en 804.000.000 estadios y la distancia a la Luna en 780.000 estadios. Midió casi con precisión la inclinación de la eclíptica en 23º 51′ 15″.

Por si alguien tenía alguna duda en el siglo XVI Magallanes y Elcano dieron la vuelta el mundo. Esto lo sabe cualquier escolar.

Pero resulta que un grupo de personas consideran que la Tierra es plana. Se trata del grupo Flat Earth Society («Sociedad de la Tierra Plana»). Este tipo de organizaciones existen desde mediados del siglo XX. La primera, llamada International Flat Earth Society, fue creada en 1956 por el inglés Samuel Shenton. Shenton siguió la doctrina del escritor Samuel |Rowbotham, quien propuso que la Tierra es un disco chato centrado en el polo norte y rodeado por un muro gigante de hielo, que sería la Antártida. La luna y el Sol estarían a 4.800 kilómetros de la superficie de la Tierra, y lo que denominó «cosmos», a 5.000 kilómetros.

El principal argumento de Shenton era que tanto «la Biblia como los sentidos» así lo probaban. Hoy, los videos que hablan a favor de la teoría de la «Tierra Plana» tienen millones de vistas. Existen grupos de Facebook sobre esta temática, con unos 50.000 miembros. Y la sociedad oficial que agrupa a los flat earthers, como se autodenominan, declaró contar con 9.000 usuarios activos en sus foros.

No deja de ser triste observar cómo hay gente ignorante y necia  incapaz de aceptar la realidad. Pero ocurre más a menudo de lo que parece  Hay creacionistas, hay terraplanistas, y están también los que creen que la Tierra solo tiene 6,000 años de antigüedad y que el hombre coexistió con los dinosaurios.  Lo mas triste del asunto es que conociendo la naturaleza del humano este tipo de creencias idiotas no creo que desaparezcan jamás; la ignorancia es inerradicable, pero al menos debemos trabajar para que estos disparates, estas teorías descabelladas  y sus necios promotores no dejen de ser más que unos tontos y ridículos marginales.

Alejandro Vázquez Cárdenas

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