Editoriales

Las reglas del juego (Por: Jorge Luis Hernández Altamirano)

El autor, Jorge Luis Hernández Altamirano, es Licenciado en Ciencias Políticas y Administración Pública por la UNAM y Maestro en Ciencia Política por El Colegio de México
El autor, Jorge Luis Hernández Altamirano, es Licenciado en Ciencias Políticas y Administración Pública por la UNAM y Maestro en Ciencia Política por El Colegio de México

El sistema electoral mexicano descansa, y no sin razón, en una profunda desconfianza y en la permanente posibilidad de que la voluntad ciudadana se vea trastocada. Debido a esto, México cuenta con un andamiaje institucional robusto en organización electoral.

Morelia, Michoacán, 25 de marzo de 2019.- El sistema electoral mexicano descansa, y no sin razón, en una profunda desconfianza y en la permanente posibilidad de que la voluntad ciudadana se vea trastocada. Debido a esto, México cuenta con un andamiaje institucional robusto en organización electoral. Cada mecanismo de seguridad, cada espacio de autonomía responde a las exigencias de los partidos políticos y la ciudadanía a lo largo del proceso de consolidación democrática.

En este sistema en construcción permanente, no sorprende que después del proceso de 2018 ya haya iniciativas en las cámaras legislativas para modificarlo; lo sorpresivo puede ser que sea el partido ganador de las elecciones quien busque las reformas.

Son varias las iniciativas en materia electoral que se están cocinando dentro de la coalición gobernante, por eso es menester analizarlas como conjunto y no por cada una de sus partes, que dicho sea de paso es uno de los errores más comunes de la oposición. Pues, más allá de que no todas las iniciativas de legisladores de MORENA están avaladas por su bancada, o el propio presidente López, lo cierto es que la 4T tiene, y dibuja, una propuesta específica de organización política electoral para el país, lo resumo:

  1. Austeridad institucional: En una iniciativa presentada el 7 de marzo, el diputado Gutiérrez Luna propone la desaparición de los OPLES, la reducción de los consejeros del INE, de once a siete, y la disminución, en 50%, del financiamiento a partidos políticos.  Todo ello en razón del ahorro que significaría para las finanzas públicas.
  2. Sin pluris: Tatiana Clouthier ha asegurado que presentará una reforma para eliminar los 32 escaños del Senado repartidos en Lista Nacional (conocidos comúnmente como plurinominales). Una propuesta del diputado Martínez Flores, incluye también la eliminación de cien de los doscientos diputados de representación proporcional con los que cuenta la Cámara Baja.
  3. Consultas populares: una reforma, aprobada ya en la Cámara de Diputados, permitiría hacer más sencillo su trámite, al reducir el requisito de firmas ciudadanas que solicitan una consulta popular (de 3% a 1%), así como el porcentaje de participación mínimo para que el resultado sea vinculante (de 40% a 25%), también permite que la organización de consultas pueda hacer en cualquier momento y no cada tres años como hasta hoy.
  4. Revocación de mandato: ideado como un instrumento ciudadano de rendición de cuentas, en la reforma de MORENA se pretende que pueda ser convocada no sólo por la ciudadanía, sino por el Congreso y el propio Ejecutivo (a modo de ratificación). A diferencia de las consultas, el proceso de revocación/ratificación sería coincidente con las elecciones intermedias y, para tener efectos vinculantes, requiere la participación de al menos el 40% de los electores. Si el presidente pierde, el Congreso deberá elegir a un sustituto que concluya el sexenio.

Visto el bosque completo cabría preguntarse cuáles de las palancas del sistema electoral deben moverse para lidiar con sus problemas naturales, sin que ello signifique su ruptura y el riesgo de acabar con una maquinaria que ha cumplido con sus funciones sustantivas.

Es normal que los partidos políticos busquen configurar las reglas del juego, de modo que acerquen más a sus preferencias; pero estos deseos suelen ser detenidos por el resto de los actores partidistas, igualmente interesados en una cancha favorable.

Sin embargo, no queda claro que esto vaya a ocurrir en esta ocasión. Para MORENA se plantea un reto interesante, pues es muy probable que junten las fichas legislativas para proceder a sus reformas constitucionales, pero deberán ser muy certeros para explicar las ventajas a la ciudadanía y que no sea su débil oposición la que coseche los efectos en su favor.

A diferencia de otros temas, como seguridad y justicia o política de drogas, tampoco hay una sociedad civil organizada capaz de colocar temas en la agenda que podrían ser muy útiles en beneficio de la ciudadanía: la modificación de las reglas para las candidaturas independientes, la obligatoriedad de organizar elecciones primarias para reducir el margen de maniobra de las cúpulas partidistas, las fórmulas de distribución de la comunicación política, y nuevas formas de vinculación del mandato y representatividad quedarán en el tintero.

Ojalá que todos los actores entiendan que las reglas del juego se diseñan pensando en que los vencedores de hoy pueden ser los vencidos de mañana.

Al tiempo.

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