Editoriales

Los 2 Michoacán (Por: Rubén Alcántar)

Siendo objetivos, la realidad es que las cifras no contradicen del todo al gobernador, no se informaron mentiras, sin embargo, esa es una realidad del Michoacán, en el que vive él. En el Michoacán de la gente la realidad es otra.

Morelia, Michoacán, 26 de septiembre de 2019.- El día de ayer miércoles, desde el Palacio Legislativo del Estado, el gobernador constitucional de Michoacán, Silvano Aureoles Conejo, realizó la ya cuarta entrega de su informe de gobierno como lo dicta la ley, en ambiente que pudiera llamársele, normal, en el sentido del ya acostumbrado protocolo en cualquier informe que se dé, no importa el Estado, Municipio, e incluso a nivel nacional se da de esta manera.

El informe se llevó a cabo de acuerdo a lo esperado, esperado triunfalismo, esperado “resultadismo”, esperado énfasis en cifras en las que, en efecto, el ejecutivo estatal afirma la efectividad de su administración. Todo esto ya lo esperábamos, ocurre sin novedad alguna, realmente no se dijo algo que nos sorprendiese dentro de dicho informe, al menos en cuanto a la rendición de cuentas.

Lo que resulta contrastante va más en el sentido de la percepción social, para nada es un secreto que existen dos Michoacán muy distintos, ambos con sus argumentos que lo confirman.

Por un lado contamos con el Michoacán presentado hoy por el ejecutivo, en el cual por su lado, sí se da el esperado triunfalismo, sin embargo se da de una manera ciertamente responsable, no se inflan cifras, ni se presumen logros no realizados, el mayor de logros para el gobernador queda claro que radica en la baja en el índice de pobreza, en el cual se redujo de 55.3% a 46% y en la baja de la pobreza extrema, la cual paso de un 9.4% a solo un 6.1% de acuerdo a las cifras informadas el mes de agosto por el CONEVAL.

Fuera de esto los demás logros resultan ser lo esperado, informe del éxito en los programas estatales, como “Palabra de Mujer”, el presumir su política ecológica, en la cual para el gobernador resulta un logro la ya tan criticada verificación vehicular, o la supuesta estrategia para impulsar el turismo en el Estado.

Siendo objetivos, la realidad es que las cifras no contradicen del todo al gobernador, no se informaron mentiras, sin embargo, esa es una realidad del Michoacán, en el que vive él. En el Michoacán de la gente la realidad es otra, prueba de ello son los índices de aprobación, en los cuales de acuerdo al Heraldo Mexicano, el gobernador se encuentra en los lugares, 22 a nivel nacional en cuanto a capacidad, 23 en cuanto a integridad respecta y un preocupante lugar 29 de 32 en cuanto a honestidad. La cosa no para aquí, pues en cuanto a productividad laboral Michoacán se encuentra en el lugar 24 a nivel nacional.

Pero sin duda el mayor de los problemas, en el Michoacán de la gente, ha sido el tema de la seguridad, en el cual, por más que el gobernador presuma, que se aumentó a más de 5000 efectivos la policía Michoacán y salga a echar las campanas al vuelo, diciendo que un policía en nuestro Estado gana aproximadamente 32 mil pesos mensuales (hecho que no logre corroborar en ningún portal de transparencia en el Estado).

Contrasta bastante que se presuma dicho “esfuerzo” en seguridad, cuando aquí si las cifras no tienen manera de defenderle, pues tan solo en 2018 se cometieron más de 45 mil delitos, de los cuales 2300 de ellos fueron homicidios, y este año la cosa para nada ha mejorado.

Como bien lo menciono desde el inicio de esta columna, el informe no sorprende, e incluso podría decirse que, por la tendencia estadística en el comportamiento estatal, la administración del ingeniero Aureoles, tampoco sorprende, lo que sí sorprende, es la cada vez mayormente marcada distancia entre los 2 Michoacán existentes, el del gobernador en el cual las cosas marchan bien y el Estado se encuentra moviéndose, y el de la sociedad, el cual vive una realidad bastante distinta a la presentada en el informe, la realidad es que estos 2 Michoacán existen, la pregunta es ¿con cuál se queda usted?

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