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Los 3 gobernadores / Diego Leal

Diego Leal es politólogo por el Tec de Monterrey; Maestro en Gobierno y Asuntos Públicos; y obtuvo en Madrid España, el Máster en Comunicación Política e Institucional
Diego Leal es politólogo por el Tec de Monterrey; Maestro en Gobierno y Asuntos Públicos; y obtuvo en Madrid España, el Máster en Comunicación Política e Institucional

En recuerdo de Octavio Contreras

Sin Reyna como secretario de Gobierno, ante otra licencia o ausencia de Vallejo, Michoacán tendría en un periodo de 3 años, 3 diferentes gobernadores, que podrían ser hasta 4 si el Congreso nombrara a alguien diferente al encargado de despacho que sería el secretario de gobierno que nombre o ratifique Fausto

Madrid, España, 23 de octubre de 2013.- En la pasada semana comentaba que el regreso del caudillo estaba por venir, el día de hoy se confirmó dicho regreso, sin embargo, lo  que me llama la atención es la decisión de Jesús Reyna de no continuar en el gabinete estatal de Fausto.

Esta decisión seguramente fue bien analizada por el mismo Jesús Reyna, sin embargo, parece ser una decisión precipitada. ¿Se habrá ofuscado el hasta hoy gobernador interino con el repentino regreso de Fausto? Si bien es cierto que el Congreso le concedió licencia al 4 veces presidente municipal de Morelia hasta enero de 2014, también es cierto que el gobernador legítimo es el mismo Fausto y que tiene el derecho de regresar cuando su salud se lo permitiera.

Ahora bien, Jesús Reyna comentó que no descartaba buscar un cargo de elección popular en la siguiente elección, sin embargo, julio de 2015 todavía parece muy lejano. Es cierto que las campañas profesionales deben de hacerse con tiempo y anticipación, pero no veo qué le impedía empezar la planeación, o más bien dejarla encargada, mientras continuaba gozando de un buen sueldo y de posiciones en el gobierno para sus allegados.

Sin Reyna como secretario de Gobierno, ante otra licencia o ausencia de Vallejo, Michoacán tendría en un periodo de 3 años, 3 diferentes gobernadores, que podrían ser hasta 4 si el Congreso nombrara a alguien diferente al encargado de despacho que sería el secretario de gobierno que nombre o ratifique Fausto, ante una recaída de éste.

Lo cierto es que esta situación deja más dudas que certezas, no solo por la distancia que toma Jesús Reyna del gobierno de Fausto, también por la incertidumbre que genera el regreso de un hombre que acaba de ser operado del hígado y que es proclive a duras jornadas de trabajo.

Quienes hemos sufrido hepatitis sabemos el cansancio que genera dicha enfermedad, no por nada el hígado es centro energético del cuerpo, y la labor de un gobernador no es sencilla por el ir y venir de su función y el estrés de la misma, si a ello le agregamos que tiene que ejercerla en el Estado de Michoacán, el cual el obispo de Apatzingán tilda de fallido, entonces no solo requerimos de un gobernador, si no se casi un súper hombre (o mujer, porque no) que pueda llevar a cabo dicha función.

No me atrevería a apostar por la permanencia de Fausto en lo que le queda de gobierno, como él mismo dice, “las enfermedades no tienen palabra de honor” y aunque el mismo gobernador diga que se siente joven y fuerte de nuevo y que “no le aguantarán el paso”, su función no es menor y su cuerpo no está en sus mejores años.

En fin, espero equivocarme, porque con mi equivocación, Michoacán al menos tendría certidumbre en quien lo gobierna, aunque sea esa la única certidumbre que hoy tiene mi lindo estado.

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