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Los medios hoy / Cuando los medios la riegan

Errores podemos cuantificarlos por titipuchales, el más reciente: “El Abuelo”, presunto líder de un cártel que se reunión con el comisionado Alfredo Castillo allá, en la mal-llamada Tierra Caliente hace apenas unos días
Errores podemos cuantificarlos por titipuchales, el más reciente: “El Abuelo”, presunto líder de un cártel que se reunión con el comisionado Alfredo Castillo allá, en la mal-llamada Tierra Caliente hace apenas unos días

Los medios nunca la cajetean… pero cuando la cajetean, la cajetean de tal forma que parezca culpa de la fuente, pero si no es culpa de la fuente, entonces la culpa será de la tergiversación del contexto, pero no es culpa de la tergiversación del contexto, entonces la culpa es de las oficinas de prensa…

Morelia, Michoacán, 12 de febrero de 2014.- Los medios nunca la cajetean… pero cuando la cajetean, la cajetean de tal forma que parezca culpa de la fuente, pero si no es culpa de la fuente, entonces la culpa será de la tergiversación del contexto, pero no es culpa de la tergiversación del contexto, entonces la culpa es de las oficinas de prensa, pero si la culpa no es de las oficinas de prensa, entonces la culpa la tiene la irremediable dinámica del tiempo y del espacio que encierra al reportero, pero si la…

¡Ay ya! El chiste es que los medios nunca tendrán la culpa de la mala información, si usted es político y un día se siente difamado, no pierda el tiempo redactando una carta aclaratoria, pues diga lo que diga, ésta será publicada y acompañada por otra carta del periodista justificando la redacción de su nota o género opinativo. Si en la publicidad el cliente siempre tiene la razón, en el periodismo la prensa siempre tiene la razón.

El poder de los medios es innegable, en todo el mundo tienen influencia y en nuestro país no es la excepción, de hecho, hay momentos en que el peso de los medios llega a sobrepasar algunas latitudes que lo convierten en un poder de facto, una mediocracia que lamentablemente se torna soberbia y prepotente.

Y lo peor de todo es que si como periodistas pocas veces reconocemos errores… como medios de comunicación ¡menos! Pues está comprobada la muy corta memoria colectiva, así, con el desarrollo brutal de las telecomunicaciones podemos darnos el lujo de tomar como fuentes a páginas e instituciones poco serias e incluso de abierta sátira y jocosa información que acaba convirtiéndose en verdad.

Veamos el caso uno:

“MÉXICO PIERDE DERECHOS DEL HIMNO NACIONAL” (Fuente: El Deforma). Incluso me lo compartieron para que abonara con mi crítica a la ya de por sí lluvia de improperios hacia el gobierno. Pero basta con ver el nombre de la página “El Deforma” (me imagino que en alusión al Reforma) para darse cuenta del timo. Esa misma página lanzó con anterioridad otra nota:

PROPONEN DECLARAR PATRIMONIO CULTURAL LAS TELENOVELAS DONDE ACTÚA LA GAVIOTA. En serio, la andanada de insultos hacia la primera dama fue brutal, especialmente de quienes creyeron que era verdad a partir de una página mamila.

Caso dos

Luego salió otra página “La Irónica”, me imagino que en alusión a La Crónica. Una de sus últimas gracias fue la de informar sobre el reconocimiento que EPN hace a Los Naranjeros (equipo de béisbol) confundiéndolos con los productores agrícolas de naranja, y digo, está bien que el preciso suele calabacearla muy seguido pero… aquí, los acomedidos nunca faltan y replican la información para fines de linchamiento político-mediático.

Y hablando de linchamiento ¿recuerdan que hace unos meses, sobre la avenida Camelinas golpearon brutalmente a unos jóvenes? La culpa se la echaron inmediatamente a los choferes del servicio público del transporte; las críticas fueron igualmente brutales como brutal fue la paliza, que, al final de cuentas, no fue propinada por los trabajadores del volante, sino por un grupo rival de chavos. Pocos medios reconocieron el error.

Errores podemos cuantificarlos por titipuchales, el más reciente: “El Abuelo”, presunto líder de un cártel que se reunió con el comisionado Alfredo Castillo allá, en la mal-llamada Tierra Caliente hace apenas unos días. Las críticas al gobierno federal y la falta de “inteligencia” para prevenir que gente de esa calaña se acerque al mirrey no se hicieron esperar.

Ayer, en uno de tanto programas que la falsa izquierda critica: Punto de Partida, desenmascara a este señor, de nombre José Juan Farías: “Sí, estuve en la cárcel pero salí exonerado”, afirma, al tiempo que muestra el documento que acredita su excarcelación.

¿Deben los medios disculparse con este hombre por difamarlo? ¿Qué tanta influencia tuvo un verdadero criminal como La Tuta para que al Abuelo lo califiquen de líder de un cártel?

Las conclusiones pueden ser muchas, pero un medio que no reconoce su error y, más aún, no reivindica a quien difamó, no merece más credibilidad que la revista Kaaaaaa-liiiii-maaaán. ¡Méndigos!

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