Los medios hoy / Los caídos

José Luis Abarca se nota con un semblante triste; el video gubernamental lo muestra desesperanzado, sabedor de su fin político, social, de libertad y… quizá hasta de su salud, pues se nota demacrado

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Morelia, Michoacán, 05 de noviembre de 2014.- José Luis Abarca se nota con un semblante triste; el video gubernamental lo muestra desesperanzado, sabedor de su fin político, social, de libertad y… quizá hasta de su salud, pues se nota demacrado. Ya no es el “mamey” que gustaba mostrar sus marcados bíceps con camisas ajustadas. Hoy está literalmente, como dice la canción: “Flaco, ojeroso, cansado y sin ilusiones”.

Pero la esposa de Abarca no está mejor; la fotografía de fichaje la muestra quebrantada. Por un momento no sé si esas oscuras manchas en derredor de sus ojos corresponden al rímel corrido o a las ojeras que nos muestran la ausencia de sueño ante un país que literalmente los buscaba por cielo, mar y tierra.

Los lujos ya no eran los mismos; la vivienda que los alojaba nos mostraba la decadencia de su fin, de la precariedad de su situación. ¿De qué viviría la pareja que estaba acostumbrada a los lujos? ¿Cómo le harían para alimentarse en los próximos meses? ¿De qué platicaban estando solos? ¿Pelearían seguido o se mostrarían su amor? ¿Se reprocharían mutuamente de su lamentable situación?

¿Qué cenaron en su última noche de pobre libertad? Y cuando ya nadie les hubiese prestado auxilio, cuando Noemí Berumen (también detenida) se hubiera cansado de protegerlos… ¿en qué trabajaría alguien acostumbrado a vivir cómodamente del erario público? Okey, supongamos que hipotéticamente se vuelven irreconocibles de su cara ¿Venderían tacos? ¿En Ixtapalapa? ¿Serían recicladores de latas de aluminio o limpiaparabrisas? ¿Por cuánto tiempo lo soportaría María de los Ángeles Pineda?

Algunos medios consignan en primera plana que estuvieron a punto de escaparse por una puerta alterna, y si así fuera… ya en la calle ¿a dónde irían? ¿A otra casa alterna? ¿Y luego? Creo que el hambre terminaría por doblegarlos, o tal vez algún amigo los hubiese entregado; la jugosa recompensa habría terminado por seducir a cualquiera.

Esta pareja es hoy la más odiada del país, y los medios se han encargado mañosamente de afinar ese rencor. Me parece que el mote que los medios le impusieron al matrimonio estuvo moderado: “la pareja imperial”; yo me imaginaba algo más manchado: “los Chacales de Iguala” o algo peor.

Para el gobierno mexicano, su detención resulta ser un fresco y rico respiro que les permitirá ganar valioso tiempo en la búsqueda de los estudiantes normalistas y el propio presidente así lo ha manifestado.

Okey, ya detuvieron a los Abarca-Pineda…ahora me imagino que los chicos normalistas aparecerán en cuestión de horas ¿no?

Buen miércoles para todos.