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Los suspirantes… A la dirigencia nacional del PRI

Si hay elección y pierde el delfín de Peña Nieto, entonces se avizora un porvenir aún más complejo en la etapa final del sexenio del desgastado presidente de México
Si hay elección y pierde el delfín de Peña Nieto, entonces se avizora un porvenir aún más complejo en la etapa final del sexenio del desgastado presidente de México

En el contexto de la gran caída en la popularidad del presidente de México, Enrique Peña Nieto, quien de acuerdo con las últimas encuestas cuenta con sólo el 34 por ciento de aprobación, se realizará en este mes de agosto el relevo de la dirigencia nacional del PRI

Morelia, Michoacán, 05 de agosto de 2015.- En el contexto de la gran caída en la popularidad del presidente de México, Enrique Peña Nieto, quien de acuerdo con las últimas encuestas cuenta con sólo el 34 por ciento de aprobación, se realizará en este mes de agosto el relevo de la dirigencia nacional del PRI.

Después de que a nivel nacional el tricolor se alzara con la victoria electoral en alianza con el PVEM, para juntos y con Nueva Alianza conformar el deseado bloque mayoritario en la Cámara de Diputados, para el mandatario federal no ha habido más buenas noticias, tras la patética actuación del gabinete de seguridad en la fuga de “El Chapo” Guzmán y los chismes de lavadero propios de las revistas del corazón.

Así que en estos momentos lo que menos requiere el presidente Peña Nieto es un partido oficial que no esté alineado con las políticas presidenciales y por ello se avizora que tratará de atajar a como dé lugar al aún coordinador de la bancada priísta en la Cámara Baja, Manlio Fabio Beltrones, quien hasta hace unas semanas se perfilaba como candidato único para la dirigencia nacional del PRI.

Contrario a lo que pasó con otros priístas en algunos puntos del país, en el pasado proceso electoral Manlio Fabio entregó buenas cuentas a su partido al recuperar el estado de Sonora de las manos del PAN con una candidata puesta, asesorada y manejada por él, Claudia Pavlovich.

Es por eso que, para hacer contrapeso, o tal vez hasta con la intención de verdaderamente frenar al sonorense, los cercanos a Peña Nieto han estado promoviendo a lo largo de las últimas semanas a Aurelio Nuño, jefe de la Oficina de la Presidencia de la República, y por supuesto, hombre cercanísimo al mandatario federal.

Para bien o para mal, Aurelio Nuño es considerado uno de los tres más influyentes en las decisiones del presidente de México, sólo después de los ahora muy mal calificados Miguel Ángel Osorio Chong y Luis Videgaray Caso, pero además, se prevé que podría contar con el apoyo velado del saliente dirigente nacional, César Camacho Quiroz.

Ante el hecho de que a Manlio Fabio le interesa ser el próximo candidato del PRI a la Presidencia de la República, el actual presidente del tricolor lamentó en un evento nacional que los estatutos no prohíban a quien es dirigente nacional brincar a ser candidato presidencial, en franca alusión a las aspiraciones del actual coordinador priísta en la Cámara de Diputados.

En fin, el escenario se prepara para que a finales de agosto, o a más tardar a principios de septiembre el PRI, tenga un nuevo dirigente nacional, dependiendo de si al final se acuerda una candidatura de unidad o se organiza una elección interna con unos 20 días de campaña. Pero si hay elección y pierde el delfín de Peña Nieto, entonces se avizora un porvenir aún más complejo en la etapa final del sexenio del desgastado presidente de México.

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