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Los suspirantes… Alfonso Martínez, un fenómeno

Alfonso Martínez tuvo el mérito de no perder de vista su objetivo, de ser persistente, de armar un equipo de trabajo multipartidista y multidisciplinario (con representantes de la sociedad civil incluidos)
Alfonso Martínez tuvo el mérito de no perder de vista su objetivo, de ser persistente, de armar un equipo de trabajo multipartidista y multidisciplinario (con representantes de la sociedad civil incluidos)

Por todo lo que debió enfrentar y lo que debió superar, el candidato independiente es todo un fenómeno, y justo ganador de una contienda que en el papel se veía desigual. Ahora espero que cumpla con las expectativas que su eventual arribo a la alcaldía de Morelia han generado entre los morelianos

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Morelia, Michoacán, 09 de junio de 2015.- A pesar de los pronósticos poco alentadores de finales del año pasado, y pese a una serie de obstáculos que debió ir superando a lo largo de su camino, Alfonso Martínez Alcázar es ahora el virtual alcalde electo a la presidencia municipal de Morelia, el primero en Michoacán en ganar por la vía independiente en la historia moderna del estado.

No fue nada sencillo lo conseguido por el ahora candidato independiente. En octubre del año pasado, tras 19 años de militancia, debió tomar la muy difícil decisión de renunciar al PAN, partido que lo hizo dos veces diputado local, una vez diputado federal y una vez candidato a presidente municipal.

Alfonso Martínez hizo una medición, el grupo del ex senador Marko Cortés Mendoza había hecho un fuerte trabajo de afiliación de militantes al interior de Acción Nacional, lo que en una eventual elección interna le habría significado una trepidante derrota, sobre todo considerando que al exterior era visto como el mejor posicionado para arrebatarle al PRI la alcaldía de Morelia, esa con la que había venido soñando durante casi toda su vida.

Las denuncias que presentó contra la dirigencia panista, encabezada por Miguel Ángel Chávez Zavala, y algunos directivos partidistas, mismas que no prosperaron por falta de sustento, así como el rompimiento tan sonado con su ex partido, le significaron algunos negativos que le siguieron pesando hasta muy poco antes de iniciar las campañas de proselitismo.

La consecuencia fue que algunos de sus ex compañeros de partido se le sumaron y otros lo persiguieron, en su afán de restarle puntos para aprovechar lo bien posicionada que estaba la marca PAN en las encuestas realizadas en Morelia a finales del año pasado.

Su candidatura se tambaleó, por una polémica decisión de la Sala Regional de Toluca del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), pero al final la Sala Superior del mismo órgano jurisdiccional le restituyó la posibilidad de competir.

Antes de eso, Martínez Alcázar debió sortear una serie de obstáculos legales que como candidato independiente le imponía el Código Electoral del Estado de Michoacán, mismo que él aprobó como diputado local en el Congreso del Estado.

Ya en la campaña, el financiamiento público para su planilla “Todos por Morelia” fue limitado, los simpatizantes de otros candidatos le atacaron en las redes sociales y durante la jornada electoral debió enfrentar una serie de dificultades porque en algunos centros de votación no les permitían el ingreso a sus representantes.

Es cierto, en algún momento se habló de que la salida de Alfonso Martínez del PAN fue instigada por el entonces comisionado nacional, Alfredo Castillo Cervantes, como una forma de dividir el voto panista en Morelia y garantizar el triunfo de quien resultara el candidato del PRI.

También se ha venido hablando de que el candidato independiente recibió el respaldo de la candidata del PAN a la gubernatura, Luisa María Calderón Hinojosa (quien de ser así habría traicionado a su partido) y de que el ex gobernador y cuatro veces alcalde de Morelia, Fausto Vallejo Figueroa, operó a su favor, dicho esto por el candidato a gobernador de PRI y PVEM a la gubernatura de Michoacán, Ascensión Orihuela Bárcenas.

Pero independientemente de que eso sea o no verdad, también es cierto que Martínez Alcázar debió enfrentar a candidatos muy competitivos, como el del PRI y PVEM, Jaime Darío Oseguera Méndez, que muchas veces daba la impresión de tener el triunfo en la bolsa, o de Ignacio Alvarado Laris, que aún disminuido con los votos que el ahora candidato independiente le arrebató al PAN, hizo una buena campaña y logró más de 40 mil votos.

Aunado a lo anterior, el abanderado del PRD, Raúl Morón Orozco logró una votación más alta de la que normalmente obtiene ese partido en Morelia (32 mil), y Carlos Río Valencia, escindido del PRI y como abanderado del PT y del PES, fue también factor en el triunfo del diputado local con licencia, ya que se llevó 12 mil votos que en otro escenario le habrían dado el triunfo a Jaime Darío.

Alfonso Martínez tuvo el mérito de no perder de vista su objetivo, de ser persistente, de armar un equipo de trabajo multipartidista y multidisciplinario (con representantes de la sociedad civil incluidos). Tuvo el mérito de hacer permear entre los electores un discurso de repudio hacia los partidos políticos y de saber tejer hábilmente, así como de jugar adecuadamente con todos los factores que se presentaron en esta elección.

Por todo lo que debió enfrentar y lo que debió superar, Alfonso Martínez Alcázar es todo un fenómeno, y parece ser el justo ganador de una contienda que en el papel se veía desigual. Ahora espero que cumpla con las expectativas que su eventual arribo a la alcaldía de Morelia han generado entre los morelianos.

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