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Los suspirantes… AMLO y Meade, ¿confirmación del PRI-MOR?

Lo cierto es que ambos ex candidatos olvidaron los insultos, el encono, las acusaciones frontales que se hicieron mutuamente, ya son “amigos”, lo que no es malo en sí, pero insisto, conociendo la política mexicana sí se presta a suspicacias
Lo cierto es que ambos ex candidatos olvidaron los insultos, el encono, las acusaciones frontales que se hicieron mutuamente, ya son “amigos”, lo que no es malo en sí, pero insisto, conociendo la política mexicana sí se presta a suspicacias

¿Qué hacía el ex candidato priista reunido con el virtual presidente electo? ¿Confirmaba la existencia del PRI-MOR, cobraba favores, se promovía para el Banco de México o alguna dependencia federal? Lo cierto es que el hecho se presta a suspicacias

Morelia, Michoacán, 06 de agosto de 2018.- Más allá de algunos comentarios positivos sobre la reunión del pasado viernes entre el virtual presidente electo de México, Andrés Manuel López Obrador, y el ex candidato presidencial de la coalición “Todos por México” (PRI-PVEM-Nueva Alianza), José Antonio Meade, algunos otros vimos el hecho con suspicacia.

La primera idea que se me vino a la mente es que ese encuentro confirma la existencia del PRI-MOR, del que tantas veces hablaron en campaña los simpatizantes del también candidato presidencial de la coalición “Por México al Frente” (PAN-PRD-Movimiento Ciudadano), Ricardo Anaya Cortés.

Después recordé que pasada la jornada electoral del 1 de julio, algunos simpatizantes de Meade señalaban que el ex secretario de Hacienda era el indicado para encabezar la renovación y el relanzamiento de lo que queda del tricolor a nivel nacional. Idea que deben ir descartando.

También recordé que el ex abanderado priista, el propio PRI y el gobierno federal a través de la Secretaría de Gobernación, así como algunos medios nacionales de comunicación fueron artífices de la victoria tan holgada de López Obrador, abanderado de la coalición «Juntos Haremos Historia» (Morena-PT-PES), al atacar constantemente a Ricardo Anaya, siendo el último de esos ataques la acusación sobre supuesto lavado de dinero, noticia que ya fue olvidada desde el 2 de julio por todos sus promotores.

Meade fue el primero en reconocer la victoria de López Obrador la noche del 1 de julio y ahora es el primer ex candidato presidencial que se reúne con el ganador de la contienda.

¿Qué indica todo lo anterior? ¿Que sí existe el PRI-MOR?

O bien, ¿será que José Antonio se está promoviendo para ser –con el apoyo de López Obrador– el próximo gobernador del Banco de México (Banxico), o busca algún cargo federal? No hay que olvidar que ese cargo le fue ofrecido antes de ser formalmente el candidato del PRI, pero decidió irse a la campaña, una apuesta por demás arriesgada para alguien que no era un político de carrera. Tan arriesgada, que tuvo un sinfín de dificultades desde su designación.

Hoy Meade es reconocido por participar con los gobiernos federales del PAN, con Felipe Calderón Hinojosa, y del PRI, con Enrique Peña Nieto, es decir, es uno de los más claros ejemplos del famoso PRIAN del que hablan el tabasqueño y sus fans. En ambas ocasiones se le destaca el no ser corrupto, pero también se le acusa de ser de quienes ayudaron a encubrirlos.

¿Será que desde un ente autónomo, como el Banxico, el itamita se convertirá en un colaborador externo del próximo gobierno federal lopezobradorista?

Lo cierto es que ambos ex candidatos olvidaron los insultos, el encono, las acusaciones frontales que se hicieron mutuamente, ya son “amigos” y se hablan bonito, lo que no es malo en sí, pero insisto, conociendo la política mexicana sí se presta a suspicacias.

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