Los suspirantes… ¿Cómo van?

A sólo 10 días de que arrancaron las campañas por la gubernatura de Michoacán, ya hay algunas señales interesantes en torno a la forma de trabajar y de hacer política de cada uno de los seis candidatos

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Morelia, Michoacán, 15 de abril de 2015.- A sólo 10 días de que arrancaron las campañas por la gubernatura de Michoacán, ya hay algunas señales interesantes en torno a la forma de trabajar y de hacer política de cada uno de los seis candidatos.

Hasta la fecha, se ha confirmado que aquellos con mayor estructura, organización y recursos son por un lado el candidato del PRI y del PVEM, Ascensión Orihuela Bárcenas, y por el otro el abanderado común de PRD, PT, Nueva Alianza y PES, Silvano Aureoles Conejo.

En tercer término vendría la candidata del PAN, Luisa María Calderón Hinojosa, que ante la carencia de los recursos financieros con los que contó en la elección anterior, ha debido echar mano del ingenio para tratar de captar los reflectores.

Después vienen, también sin recursos económicos, pero tratando de ser innovadores y diferentes, los candidatos Manuel Antúnez Oviedo, de Movimiento Ciudadano, y María de la Luz Núñez Ramos, del Morena.

A mi juicio, el más alejado del ánimo de los michoacanos es hasta la fecha el candidato del Partido Humanista (PH), Gerardo Dueñas Bedolla, a quien no se le reprocha que carezca de estructura y recursos financieros, pero sí que tanto él como su partido y su equipo de campaña –que debe tenerlo-, no han puesto ni empeño ni imaginación para posicionarse en la mente del electorado.

En cuanto a los primeros, he visto a Chon Orihuela con propuestas, pero también con un discurso que frecuentemente termina cayendo en la descalificación hacia sus adversarios, y más que hacia ellos, hacia sus partidos, específicamente el PAN y el PRD.

Su punto fuerte son las adhesiones de liderazgos priístas, principalmente los ex gobernadores Víctor Manuel Tinoco Rubí y Fausto Vallejo Figueroa.

Mientras tanto, a Silvano Aureoles se observa más propositivo y conciliador, buscando anclar la percepción de que va a la cabeza y tratando de distanciarse de las polémicas, que en estos tiempos de campaña no son pocas.

Lo que él ha tratado de capitalizar con cierto éxito es que se ha venido forjando la imagen de que es el blanco a atacar y que el motivo es que va arriba en las tendencias.

A Luisa María Calderón la veo con un discurso ligeramente más propositivo que el de Chon, pero también termina con frecuencia por lanzar severas críticas contra los otros candidatos y sobre todo contra sus partidos, el PRI y el PRD.

Para ella, cuando se le cuestiona sobre la falta de mítines en su campaña, su respuesta es que éstos no representan votos reales y por ello ha decido hacer una campaña por tierra.

Manuel Antúnez y María de la Luz Núñez, cada quién a su estilo y cada quién con su público, son duros críticos de la partidocracia representada a juicio de ambos por los tres anteriores. Pero a Gerardo Dueñas difícilmente se le ve, así que no hay elementos suficientes para calificar su campaña

Todo lo anterior, más allá de encuestas –de las que ahora hay muy pocas confiables-, va dibujando el panorama por venir en el corto plazo, que sin duda alguna será interesante para el análisis, pero con el riesgo latente de polarización entre los radicales de cualquiera de los bandos.

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