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Los suspirantes… Golpes anímicos

Falta poco menos de un mes de campañas, seguramente seguiremos viendo estos casos. Ya iré comentando en su momento si alguno realmente representa más que un simple golpe anímico.
Falta poco menos de un mes de campañas, seguramente seguiremos viendo estos casos. Ya iré comentando en su momento si alguno realmente representa más que un simple golpe anímico.

Cada vez son más frecuentes los cambios de camiseta durante las campañas de proselitismo; políticos que ya no ven futuro en el partido del que antes vivieron y emigran en pos de mejores escenarios para ellos; normalmente se van solos, pero sí representan, golpes anímicos en algunos casos

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Morelia, Michoacán, 08 de mayo de 2015.- Cada vez son más frecuentes los cambios de camiseta durante las campañas de proselitismo; políticos que ya no ven futuro en el partido del que antes vivieron y emigran en pos de mejores escenarios para ellos.

Normalmente se van solos o con pequeños grupos; su influencia directa en la votación no es relevante, pero sí representan, en algunos casos, golpes anímicos a favor del equipo que los suma, en contra de aquél partido al que dejan o también en contra de los adversarios políticos.

Lo anterior viene al caso por el sonado hecho de que se sumaron a la campaña de Silvano Aureoles Conejo -candidatocomún del PRD, PT, Nueva Alianza y PES a la gubernatura de Michoacán-, ni más ni menos que los otrora “calderonistas” del PAN, Germán Tena Fernández y Julio Castellanos Ramírez.

¿Quiénes son y qué representan?

Germán Tena fue dirigente estatal del PAN, delegado de la Sedesol durante el gobierno de Felipe Calderón Hinojosa y coordinador de la anterior campaña a la gubernatura de Luisa María Calderón.

Antes de llegar a la dirigencia panista, con el apoyo de Luisa María y de Marko Cortés Mendoza, a quien después le incumplió una serie de acuerdos, no era conocido fuera de Acción Nacional (donde lo ubicaban más bien como el hijo de Germán Tena Orozco, ex candidato a gobernador de Michoacán), pero sí llama la atención sobre todo el hecho de que ahora se sume con Silvano cuando se le identificaba como uno de los más “calderonistas”.

Por su parte, Julio Castellanos fue el primer presidente municipal del PAN en Zamora; crítico acérrimo en su momento del gobierno priísta de Víctor Manuel Tinoco Rubí, quien trató de hacerle la vida imposible con una serie de auditorías de las que siempre salió bien librado.

Después fue diputado federal en dos ocasiones y de manera intermedia oficial mayor de la Sedesol, en el sexenio de Vicente Fox Quesada, y oficial mayor de la SEP en el gobierno de Felipe Calderón.

Es decir, que estamos hablando de dos panistas muy reconocidos en su momento, quienes además fueron muy críticos de los gobiernos del PRD, quienes ahora se suman a la campaña de Silvano Aureoles y aunque no llevan votos con ellos, su efecto en el desarrollo del proceso electoral es más bien un golpe anímico, a favor del proyecto al que ahora se integran y en contra de la panista Luisa María Calderón, además, en menor medida, del candidato del PRI y del PVEM, Ascensión Orihuela Bárcenas.

Otros casos similares ya hemos visto anteriormente, con el diputado independiente Uriel López Paredes, ex perredista que se sumó a Luisa María, así como con el dos veces alcalde de Morelia, ex diputado federal y dos veces candidato del PAN a la gubernatura de Michoacán, Salvador López Orduña, que se fue con Chon Orihuela.

Más allá de que haya sido dirigente estatal del PRD, diputado federal y dos veces diputado local, así como de que haya encabezado el Frente Democrático Cardenista (FDC), que en su momento fue la corriente interna más fuerte del sol azteca en Michoacán, hoy Uriel López se fue a la campaña panista sin nada; precisamente dejó a su ex partido porque su grupo se desintegró. Su efecto también pudo haber sido anímico, aunque de magnitud menor.

En tanto, con López Orduña sumado a la campaña de Chon Orihuela, pasa exactamente lo mismo; en algún momento llegó a tener un pequeño grupo al interior del PAN, pero hoy se fue sin nada a la campaña del PRI y del PVEM, más allá del voto de su esposa, Laura Suárez González, y no sé si de sus hijos, porque aquellos que en su momento fueron sus colaboradores más cercanos ya están trabajando con los grupos de Marko Cortés y de Luisa María, otros ya tenían tiempo integrados al PRI y algunos más ya de plano se retiraron de la vida política.

Falta poco menos de un mes de campañas; seguramente seguiremos viendo estos casos. Ya iré comentando en su momento si alguno realmente representa más que un simple golpe anímico.

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