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Los suspirantes… Justicia tardía

La tardía llegada de la verdad no sólo reivindica a Ricardo Anaya, sino a todos los que vimos en la campaña presidencial la misma estrategia priista que derribó las aspiraciones de Josefina Vázquez Mota, cuando buscaba la gubernatura del Estado de México.

Morelia, Michoacán, 16 de mayo de 2019.- Tras meses de ausencia en las redes sociales, el 16 de mayo reapareció en Facebook el ex candidato presidencial, Ricardo Anaya Cortés.

El motivo fue anunciar algo que a los medios de comunicación les había pasado totalmente por alto: Momentos antes la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) resolvió que la antigua Procuraduría General de la República (PGR) sí lo afectó durante su campaña.

El mismo organismo resolvió también sancionar a los “responsables” de haber inculpado al entonces candidato presidencial de la coalición “Por México al Frente” (PAN-PRD-MC) por los supuestos delitos de “lavado de dinero” y “triangulación de recursos”.

Algunos lo vimos de inmediato, otros tardaron tiempo en procesarlo y muchos más se tragaron el garlito, pero la sentencia del Tribunal confirma que todo se trató de una “campaña negra”, una estrategia del gobierno priista de Enrique Peña Nieto, para tumbar a como diera lugar a Ricardo Anaya.

Y es que el abanderado del tricolor, José Antonio Meade, en ese momento candidato de la coalición “Todos por México” (PRI-PVEM-Nueva Alianza), se había desplomado terriblemente en las preferencias del electorado.

Sin embargo, con la campaña contra el panista no se benefició al priista de nuevo cuño, sino al entonces candidato presidencial de la coalición “Juntos Haremos Historia” (Morena-PT-PES), Andrés Manuel López Obrador, y justo cuando se comenzaba a estrechar la brecha entre el primero y el segundo lugar.

Para muchos, eso confirmó la idea ya existente desde un año antes sobre la aparente existencia de un PRI-MOR, pero entre la mayoría de los mexicanos -algunos por ingenuidad y otros por interés- sí pegaron las constantes acusaciones contra Ricardo Anaya.

Recuerdo que hasta entre los medios fuimos etiquetados quienes veíamos y decíamos lo obvio.

Por lo anterior, la tardía llegada de la verdad no sólo reivindica al ex candidato, sino a todos los que vimos en la campaña presidencial la misma estrategia priista que derribó las aspiraciones de la también panista, Josefina Vázquez Mota, cuando buscaba la gubernatura del Estado de México.

Lo que diga o deje de decir el principal beneficiario de esa “guerra sucia” en este momento carece de valor y credibilidad.

Lo malo es que ahora, con la impunidad que se acentúa cada vez más en México, seguramente en un año más nos enteraremos de que no habrá sanción contra quienes ejecutaron, mucho menos contra quienes planearon, la verdadera “campaña negra” en la pasada elección presidencial.

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