Los suspirantes… Los Orihuela, una familia con suerte

Desde el oriente de Michoacán, ha llegado a los altos círculos de la política desde hace tiempo la dinastía Orihuela, que para no variar, en las próximas elecciones tiene altas expectativas en cuanto a candidaturas y posiciones desde el PRI

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Morelia, Michoacán, 23 de septiembre de 2014.- Desde el oriente de Michoacán, ha llegado a los altos círculos de la política desde hace tiempo la dinastía Orihuela, que para no variar, en las próximas elecciones tiene altas expectativas en cuanto a candidaturas y posiciones desde el PRI.

Como es ampliamente conocido, el senador Ascensión Orihuela Bárcenas es uno de los aspirantes serios a la gubernatura de Michoacán, y sus posibilidades se incrementaron desde la llegada del comisionado nacional Alfredo Castillo Cervantes, enviado directo del presidente de la República.

Chon Orihuela, también es del dominio público, ha sido visiblemente beneficiado de la debacle de los grupos que ostentaban principalmente el gobierno de Michoacán, tanto el de Fausto Vallejo Figueroa como el de Jesús Reyna García, lo que le ha permitido colocar a gente de su plena confianza en cargos estratégicos del Ejecutivo estatal.

Si antes las posiciones del gobierno estatal se las repartían Vallejo y Reyna, ahora éstas son compartidas entre Orihuela y Castillo. Hay quienes leen estas señales como signos claros de que el zitacuarense podría ser el próximo candidato del PRI a la gubernatura, con el visto bueno de su amigo, el presidente de México, Enrique Peña Nieto.

Sin embargo, también hay quienes entienden que es ahora cuando se le ha permitido meter mano, porque existe el interés presidencial por impulsar a un perfil externo para 2015.

Más allá de que las aspiraciones de Orihuela Bárcenas se resolverán en otro momento, otros miembros de la dinastía buscan o podrían buscar contender por cargos de representación popular en las próximas elecciones.

Tal es el caso del actual diputado local por Zitácuaro, Juan Carlos Orihuela Tello, sobrino del senador, quien desde hace casi 10 años añora ser presidente municipal de esa cabecera distrital y ya viene trabajando para ello desde que asumió su cargo.

En tanto, el también diputado local plurinominal, Eduardo Orihuela Estefan, hijo del senador, dependerá para decidir si contiende o no por una diputación federal, de si su señor padre es elegido para buscar la gubernatura, pues tendrían que medir si les conviene o no que padre e hijo sean candidatos en comicios paralelos. De no ir por la diputación de mayoría, siempre quedará para el novel político la posibilidad de una plurinominal, a la que fácilmente accedería por la influencia de su familia.

Atento a esa situación, se encuentra el presidente municipal de Zitácuaro, Juan Carlos Campos Ponce, quien como siguiente punto en su ruta política tiene también en la mira ser candidato del PRI a la diputación federal por ese mismo distrito. Por ello hay quienes piensan que no fue casual aquél caso de los audioescándalos por los moches.

Finalmente, Juan Antonio Ixtláhuac Orihuela, hasta hace unos días coordinador de Atención Ciudadana del Gobierno de Michoacán, una de las pocas posiciones que tuvo la dinastía Orihuela durante el gobierno de Fausto Vallejo y Jesús Reyna, buscaría ser por segunda vez diputado local de mayoría

Aunque para algunos suena como un contrasentido que haya abandonado su cargo en la administración estatal, justamente cuando su familia se posicionó fuertemente en la misma, lo cierto es que pese al puesto que tenía era escaso su margen de maniobra dentro de un gobierno con más deuda que recursos líquidos. Así que aparentemente ha decidido que estará más trabajando su candidatura por fuera y sin las ataduras que le representaban su trabajo como funcionario estatal.

En fin, este es un breve panorama de las aspiraciones de la dinastía Orihuela, una familia con suerte…

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