Los suspirantes… PRD, determinante para 2018

Si yo antes había definido al sol azteca como el “fiel de la balanza” para las elecciones presidenciales de 2018, el pasado sábado el gobernador de Michoacán, Silvano Aureoles, dijo lo mismo, pero con otras palabras: “El próximo presidente de la República lo habrá de determinar el PRD”

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Morelia, Michoacán, 21 de marzo de 2017.- Si yo antes había definido al sol azteca como el “fiel de la balanza” para las elecciones presidenciales de 2018, el pasado sábado el gobernador de Michoacán, Silvano Aureoles Conejo, dijo lo mismo, pero con otras palabras: “El próximo presidente de la República lo habrá de determinar el PRD”.

Así es. Desde un principio no estoy de acuerdo con quienes vieron en el evento masivo del pasado 18 de marzo un destape o un arranque de campaña del mandatario estatal, aún y cuando anunció que recorrerá el país, “el tiempo que la ley y las circunstancias” le permitan.

Silvano Aureoles no está en la cómoda posición de ser un mesías con recursos económicos inagotables y de dudosa procedencia que lleva 16 años en campaña, como sí lo está el dueño nacional del Morena, Andrés Manuel López Obrador.

Tampoco es un secretario de Gobernación con todos los reflectores nacionales sobre él, como Miguel Ángel Osorio Chong, del PRI; consorte de un ex presidente de la República con plena libertad para viajar por todo el país y el extranjero, como Margarita Zavala Gómez del Campo, del PAN; o dirigente nacional de un partido político con la posibilidad de promocionarse a través de los spots institucionales de su partido, como el también panista Ricardo Anaya Cortés.

¡Ojo!, no estoy insinuando que por ello está en la lona o tiene más mérito, lo que digo es que contrario a los otros cuatro, que están impulsando y promoviendo sus proyectos personales y de grupo, a Aureoles Conejo le toca levantar la mano y sacar la cara, no por una estrategia personal, sino por una de partido.

Pongamos las cosas en contexto, toda esa reciente campaña de encuestas –muchas de ellas pagadas por manos misteriosas- indican que el PRD está en declive y que hoy por hoy los números señalan que podría llegar a la próxima elección con un potencial 6% de los votos, cuando hace un año sus números andaban por el 12 o el 14%.

Pues aun siendo verídicos, esos 6 puntos le dan al PRD la posibilidad de convertirse en el fiel de la balanza y por eso dice Silvano Aureoles que su partido “determinará” quién será el próximo presidente de la República.

Veamos escenarios:

Si el PRD se va con el Morena de Andrés Manuel, sería un hecho el triunfo de la izquierda; si se va con el PAN, el triunfo sería para la derecha; y, sí se va con el PRI (que es lo menos posible por ahora), el tricolor cuando menos se mete a la pelea y la elección se va a tercios.

Ahora bien, si el PRD va con candidato propio y sin alianzas, también dificulta los planes del mesías tropical y le abona al blanquiazul, vaya con quien vaya como abanderado.

¿Y alguien se ha puesto a pensar en un escenario donde el sol azteca concretara alianzas con partidos hasta ahora marginales? Eso descompondría todo el cuadro, ¡por supuesto!, pero el caso es que el perredismo, aún con lo menospreciado que está a los ojos de morenistas y hasta de muchos perredistas, todavía puede pesar, y mucho, en la elección presidencial, pero siempre y cuando los liderazgos que aún le quedan se activen y no se queden de brazos cruzados.

Ese es el papel que le toca jugar a Silvano Aureoles, un papel muy arriesgado, porque sabe que no será presidente –al menos no en 2018-, pero también está consciente de que si no hace lo que le corresponde, se corre el riesgo de que al PRD lo malbaraten en una negociación con cualquiera de los interesados, pero más con el dictador en ciernes, ese que está haciendo todo lo posible para destrozar al partido que lo recibió recién egresado del PRI y que dos veces lo postuló a la Presidencia de la República.

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