Los suspirantes… ¿Quién gana y quién pierde?

Antes de hacer más profundos análisis sobre números, causas y consecuencias de los triunfos y las derrotas en la jornada electoral del 7 de junio, por ahora creo que vale la pena hacer algunas primeras reflexiones sobre los que ganan y los que pierden en los comicios de Michoacán

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Morelia, Michoacán, 10 de junio de 2015.- Independientemente de que después haré más profundos análisis sobre los números, las causas y las consecuencias de los triunfos y las derrotas en la jornada electoral del 7 de junio, por ahora creo que vale la pena hacer algunas primeras reflexiones sobre los que ganan y los que pierden en los comicios de Michoacán.

Por ejemplo, el que obviamente es el principal ganador de la contienda electoral en la entidad es el candidato común del PRD, PT y Nueva Alianza, Silvano Aureoles Conejo, mientras que en contraparte, el mayor perdedor es su principal adversario, el abanderado común del PRI y del PVEM, Ascensión Orihuela Bárcenas.

Habrá quien dirá que Luisa María Calderón Hinojosa, candidata del PAN, también podría ser una gran derrotada, pero desde el arranque de la campaña ella sabía muy bien que ni traía los recursos de la vez pasada ni tampoco comulgaba con muchos de los candidatos y candidatas a diputaciones federales, diputaciones locales y ayuntamientos en el estado, así que muchas veces no hizo ni equipo con ellos y ahí están las consecuencias.

Silvano Aureoles, es cierto, venía trabajando su candidatura desde años atrás, llegó “encarrerado” al proceso y por más piedras y obstáculos que le pusieron en el camino, nadie lo paró.

Tiene su mérito lo hecho por el diputado federal con licencia, pues después de la derrota de 2011 se reinventó y cambió su discurso habitual por uno propositivo y de conciliación, se portó mesurado y se alejó de la imagen del tradicional político perredista que habíamos conocido durante los 25 años anteriores.

Además, aprovechó su posición en la Cámara de Diputados para gestionar miles de millones de pesos para Michoacán. ¿Campaña anticipada? Ya quisiera yo que más gobernantes y diputados en funciones hicieran campaña trabajando, no nada más a través de boletines.

Por su parte, Ascensión Orihuela hizo un esfuerzo importante en los meses previos a la campaña, pero no llegó con el impulso de su adversario político, pues antes debió superar esos ríspidos cónclaves priístas en los que no todo fue miel sobre hojuelas.

Desde hace años se sabía que quería la gubernatura, pero le faltó empezar desde entonces a tejer fino para llegar bien posicionado; también le faltó ceder candidaturas a otros grupos en distritos y municipios. El PRI y el PVEM nunca se deshicieron del fantasma de las imposiciones de candidatos y eso al final contó.

Hoy cada vez más actores políticos, de casi todos los partidos, aceptan los resultados de la elección de gobernador, pero Chon Orihuela ha anunciado que impugnará. Por supuesto que está en su derecho y nadie se lo puede regatear, sin embargo, de acuerdo con el PREP la diferencia entre él y Silvano es de más de 120 mil votos. De veras, ¿será que vale la pena judicializar el proceso?

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