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Los suspirantes… Silvano y AMLO

Me parece que muy hábilmente, Silvano Aureoles se libró de un nada deseable compromiso y de paso queda más libre para conformar y operar el que será su gobierno
Me parece que muy hábilmente, Silvano Aureoles se libró de un nada deseable compromiso y de paso queda más libre para conformar y operar el que será su gobierno

La apuesta del gobernador electo de Michoacán parecía arriesgada al ponerse “de a pechito” y sin necesidad ante Andrés Manuel, pero analizando las circunstancias con mayor detenimiento, sólo había dos respuestas posibles, una negativa y otra positiva, y Silvano ganaba con las dos

Morelia, Michoacán, 13 de agosto de 2015.- Como en un ajedrez político, me parece que la carta enviada por Silvano Aureoles Conejo a Andrés Manuel López Obrador fue un movimiento muy bien pensado y calculado.

Pienso que cuando el gobernador electo de Michoacán envió su misiva al presidente del Consejo Nacional de Morena, ya sabía de antemano el sentido en el cual vendría la respuesta del dos veces candidato presidencial.

Con lo ampliamente difundida que fue la carta, era imposible que López Obrador no fuera cuestionado o que no fijara una postura pública sobre la misma. No es nada descabellado calcular que cualquier invitación que reciba el tabasqueño será respondida en el sentido que ya vimos, altanera, cerrada, grosera e intolerante.

Silvano Aureoles ofreció durante su campaña hacer un gobierno de coalición y, en ese sentido, con su carta cumple al invitar al Morena, a través de su dueño nacional. Yo dudo que hubiera recibido la misma respuesta si la invitación se hubiera hecho directamente a la dirigencia estatal del nuevo partido político.

Sin embargo, al hacer la invitación al otra vez aspirante presidencial, que continúa en su postura de que “quien no está con él está contra él”, era lógico esperar una contestación del talante que ya vimos.

Incluso yo me aventuraría a pensar que Silvano ya tenía preparada la contestación para López Obrador, pues su reacción fue inmediata al calificar de “incongruente” al ex jefe de Gobierno del Distrito Federal, quien habla de la famosa “mafia del poder”, pero al mismo tiempo arropa entre las filas del Morena a Manuel Bartlett, largamente acusado en su momento por el propio tabasqueño y la izquierda nacional de haber sido el actor de la caída del sistema, que impidió a Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano ser presidente de la República en 1988.

La apuesta del gobernador electo de Michoacán parecía arriesgada al ponerse “de a pechito” y sin necesidad ante Andrés Manuel, pero analizando las circunstancias con mayor detenimiento, sólo había dos respuestas posibles, una negativa y otra positiva, y Silvano ganaba con las dos.

Con la negativa del fundador del Morena, el próximo mandatario estatal ganaba, porque cumplió su promesa de invitar a todos, pero al mismo tiempo quedó exento del compromiso y de que López Obrador quiera eventualmente meter las manos en su gobierno y en el estado.

Por otra parte, de haber obtenido una respuesta positiva a la invitación de hacer propuestas de perfiles y de proyectos para el próximo gobierno estatal, Aureoles Conejo también se habría apuntado un triunfo, pues habría sido el primer perredista que lograra un acercamiento con “El Peje” desde que éste renunció a las filas del sol azteca.

En resumen, me parece que muy hábilmente, Silvano Aureoles se libró de un nada deseable compromiso y, de paso, ha quedado más libre para conformar y operar el que será su gobierno.

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