Los suspirantes… Y el cochinero del PRI
Ya de por sí no era nada fácil el panorama político electoral para el PRI en Michoacán en este 2015, pero ahora todo parece indicar que las cosas se complicarán aún más con una serie inconsistencias que se están gestando en la definición de candidaturas
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Morelia, Michoacán, 28 de enero de 2013.- Ya de por sí no era nada fácil el panorama político electoral para el PRI en Michoacán en este 2015, pero ahora todo parece indicar que las cosas se complicarán aún más con una serie inconsistencias que se están gestando en la definición de candidaturas.
Fue polémico, pero entendible que Ascensión Orihuela Bárcenas quedara como precandidato de unidad a la gubernatura, puede no ser el más vendible en términos de mercadotecnia, pero en el proceso previo desde el principio hasta el final se mantuvo siempre entre los tres con más posibilidades.
Sin embargo, otras situaciones que se han venido registrando han venido crispando cada vez más el ambiente al interior del tricolor, comenzando por la renuncia del aún diputado local con licencia, Marco Polo Aguirre Chávez a la dirigencia estatal del PRI para contender por una diputación federal, cuando se supone que él había sido nombrado para cubrir el cargo provisionalmente hasta concluir el proceso electoral.
Luego vino la inclusión del entonces secretario de Gobierno en funciones, Jaime Darío Oseguera Méndez, como uno de los aspirantes a la gubernatura, y aunque el gobernador Salvador Jara Guerrero aseguraba que no saldría de su administración, unos días después el también diputado local con licencia dejó el cargo que ocupó sólo por casi 6 meses para buscar ahora la alcaldía de Morelia.
Sin restarle méritos a Jaime Darío, que por supuesto los tiene, son muy sospechosas las formas, pues mientras que a él se le aceptó su registro, pese a las versiones en el sentido de que no cumplió todos los requisitos de la convocatoria, parece que la Comisión Estatal de Procesos Internos fue extremadamente estricta con los otros aspirantes a la candidatura, tanto el empresario Constantino Ortiz García, como la ex secretaria de la Mujer, Consuelo Muro Urista, y el ex secretario de Finanzas, Carlos Río Valencia.
Si a eso le sumamos la lluvia de reclamos de experimentados priístas que se han venido quedando afuera de las contiendas internas por situaciones absurdas, como supuestamente no aprobar exámenes del Icadep que son tan sencillos como uno de nivel primaria, pues entonces se entiende por qué la molestia en cuadros que al PRI podrían representarle muchos votos en los próximos comicios.
Sólo por mencionar algunos de los damnificados por este sospechoso proceder, entre ellos se encuentran los ex diputados locales Raymundo Arreola Ortega y José Juan Marín González; los regidores por Morelia Marbella Romero Núñez y Jorge Molina Sánchez; y el empresario Sergio Ochoa Vázquez, así como Omar Carreón Abud, líder del Movimiento Antorchista en Michoacán.
Además, ha trascendido que desde hace más de una semana existe una lista con los nombres de 97 que van a ser candidatos del PRI a alcaldes de Michoacán, en la cual están entre otros: Mauricio Portillo Ambriz en Acuitzio; Sabino Padilla Soto en Hidalgo; José Clemente Covarrubias Castillo en Jiquilpan; Armando Carrillo Barragán en Lázaro Cárdenas; Jaime Darío Oseguera en Morelia; Antonio García Velázquez en Pátzcuaro; y, Mario Magaña Juárez en Zacapu.
Si las dirigencias estatal y nacional del PRI, así como el propio Chon Orihuela, no resuelven esto pronto, la unidad que buscaban para el proceso electoral simplemente no llegará.
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