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No molestar, estamos en campaña (Por: Gonzalo Gabriel Estrada Cervantes)

El autor, Gonzalo Gabriel Estrada Cervantes, es licenciado en Derecho, especialista en Derecho Agrario; Maestro en Ciencias en Desarrollo Rural Regional; Maestro en Derecho Ambiental y de la Sostenibilidad; Diplomado en la Unión Europea
El autor, Gonzalo Gabriel Estrada Cervantes, es licenciado en Derecho, especialista en Derecho Agrario; Maestro en Ciencias en Desarrollo Rural Regional; Maestro en Derecho Ambiental y de la Sostenibilidad; Diplomado en la Unión Europea

Pobre México plagado de una “clase” política que apesta por donde pasa y genera una repulsa social ganada a pulso durante décadas. Décadas en las que más que preocuparse por las necesidades de la ciudadanía, se han dedicado a luchar por su permanencia.

Madrid, España, 02 de diciembre de 2017.- Unos en el “frente”, otros por detrás y los restantes por vía “independiente”, pero todos están en campaña. Se pide a los molestos ciudadanos ¡dejar de chingar!

Pobre México plagado de una “clase” política que apesta por donde pasa y genera una repulsa social ganada a pulso durante décadas. Décadas en las que más que preocuparse por las necesidades de la ciudadanía, se han dedicado a luchar por su permanencia para vivir con todos los privilegios que da el poder ¡y la impunidad!

Inmersos los mexicanos en un interminable y sistemático proceso electoral. Proceso que cuesta miles de millones de pesos cada año. Dinero que puede bien invertirse en los rubros que cubran necesidades básicas de alimentación, salud y educación. Ya no se pide más.

Estar manteniendo a los nuevos “mirreyes” electorales, esos de los organismos que arbitran las elecciones, con sueldos que ni en Alemania, ni en otros países más desarrollados se asignan, es de vergüenza y es una afrenta al mexicano de “a pie” que cada proceso electoral cae en el garlito de que “saldremos adelante” y viviremos alejados de la miseria, ya no solo material sino moral en que estamos batiéndonos día a día.

La “clase” política pierde más tiempo en actos de autoelogio, de culto a la personalidad, de tomas de protestas, de firmas de convenios, de inauguraciones de inicios de obras y de avances de obras y de cortes de listón hasta porque hacen lo que tienen obligación de hacer que para eso gana su jugoso salario.

Muchos medios de comunicación que son comparsas y disfrutan de las mieles del poder, aunque sea en gotitas o miguitas, no hacen más que replicar como noticia hasta los suspiros y otros ruidos corporales de los aspirantes a todo, contribuyendo también al bombardeo y farolazo de ideas huecas y muecas pasadas por fotoshop.

En fin, no molestar que están en campaña, unos por el frente y otros por detrás; y vale más el tiempo para hacerse fotos, selfies y videos para ocupar el espacio virtual en las redes que atender los temas de seguridad, ya de menos, ¡que a cada momento demanda el ciudadano!

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