DestacadasEditoriales

¿Políticos religiosos? (Por: Alejandra Ortega)

La autora, Alejandra Ortega, es subdirectora de ATIEMPO.MX, con una amplia trayectoria de más de 15 años en los medios de comunicación
La autora, Alejandra Ortega, es subdirectora de ATIEMPO.MX.

Así que parecería que el tema religioso y moral es una tendencia entre los políticos, sobre todo los candidatos que algo están viendo en el comportamiento de estos grupos de creyentes y que nosotros no. Están pues de «cáeme bien»

Morelia, Michoacán, 30 de diciembre de 2017.- Parece que introducir elementos religiosos a los discursos políticos se ha vuelto una moda, que trata de atraer a un sector muy definido, pero no menos importante del electorado que practica alguna religión, ya sean cristianos o protestantes.

Así, observamos a un López Obrador utilizando cada vez más pasajes bíblicos y referencias religiosas, que nunca habíamos visto en él de forma tan pública y tan reiterada. Situación que causa molestia entre sus adeptos que se han sentido siempre la izquierda más genuina y radical y que choca de forma natural con los preceptos religiosos, pues la izquierda concebida por Marx y Lenin debe ser atea, ya que según ellos la religión es un freno del progreso de las sociedades y producen una división social.

En este sentido, ambas son completamente incompatibles por ésta y otras razones.

Además de las reiteradas ocasiones que en el pasado Obrador se dijo «juarista», es decir, liberal, contrario a las doctrina religiosa, sobre todo a la católica. Masonería pues. Y hoy va de un extremo a otro por todas partes, arguyendo que no hay contradicción, pues es «juarista» y «guadalupano».

Y parece que esto le tiene sin cuidado, pues recientemente en la Huasteca Hidalguense, se refirió a una parábola del Libro del Génesis, en donde dijo que «uno de los personajes se valió del hambre de su hermano para quedarse con su herencia por un plato de lentejas», como lo que los gobiernos corruptos hacen con los ciudadanos. Más adelante mencionó al Papa Francisco que condena las prácticas perversas de empobrecer al pueblo.

Además el precandidato celebró una publicación de la Iglesia Católica que recomienda a los ciudadanos ejercer su voto informados, y añadió que la participación de las iglesias debe fortalecer los valores, culturales y espirituales.

Y para tratar de calmar las aguas cuando firmó la alianza con el Partido Encuentro Social (PES), partido conservador, integrado por evangélicos, López Obrador afirmó que Morena no sólo busca el bienestar económico, también el bienestar del alma.

No sabemos si el líder de Morena tuvo alguna epifanía en un momento reciente de su vida que le hizo dar ese increíble viraje a su discurso y su proceder, pero es cada vez más confusa esta relación forzada entre ambas cosas.

Por otra parte, el PRI con José Antonio Meade, «Pepe» para los cuates, también se ha subido muy contento a este tema en el que buscan caer bien y ganarse a los ciudadanos creyentes.

De él se sabe que es un asistente fiel a la misa dominical, también es conocida su buena relación con jerarcas no sólo católicos, sino de las iglesias ortodoxa y libanesa, de la que también forma parte, pues tiene ascendencia libanesa.

Recientemente Meade en el Estado de México se reunió con un grupo de mujeres, a las que dijo «Hoy es el tercer domingo de Adviento, es el día de la Vela Rosa», el día de la alegría, de la alegría de las mujeres.

También les dijo que es tiempo de prepararnos en familia para celebrar la Navidad y dar gracias, y pidió a las asistentes «encomendarse a Dios y pedir por los más necesitados».

Al término del acto, los reporteros le cuestionaron sobre su mensaje, a lo que Meade respondió que fue sólo porque se acercan las fechas navideñas. Pero el candidato del PRI no tiene ningún empacho en declararse abiertamente Católico, Apostólico y Romano.

Puede ser que la tendencia sea ésta, pues ya lo habíamos visto en las últimas elecciones de Puerto Rico, en donde los candidatos del Partido Nuevo Progresista hablaban abiertamente de los temas religiosos, sobre todo en la defensa de la familia.

Criticaron la educación sexual que se da a los menores en las escuelas y se pronunciaron por garantizar políticas públicas seguras para los niños. Y En diferentes espacios los candidatos del PNP aseguraban que se encomendaban siempre a Dios.

Hablaban de defender la Iglesia e implementar una educación de valores y moral para todos.

Pero también Donald Trump ha hecho referencia a estos aspectos como candidato y como presidente. Asunto que quedó claro con la reciente firma de la orden ejecutiva para garantizar la libertad religiosa.
Y recordamos cuando quitó el presupuesto a organizaciones muy poderosas abortistas como Planned Parenthood que opera en todo el mundo.

Así que parecería que el tema religioso y moral es una tendencia entre los políticos, sobre todo los candidatos que algo están viendo en el comportamiento de estos grupos de creyentes y que nosotros no. Están pues de «cáeme bien».

Publicaciones relacionadas

Botón volver arriba