Editoriales

Proyecto Secreto: Increíble crueldad, maldad e insensatez

Es increíble e inadmisible que haya presidentes tan sádicos

Morelia, Michoacán, 12 de agosto de 2019.- Términos: la moral, ámbito de la acción humana. Tiene como centro la persona humana y engloba la justicia y el derecho.

Anécdota. Discurso xenófobo de Trump que fomenta el odio, causa las masacres y crea un ambiente de pánico y dolor en los pobres.

Discurso de Manuel Andrés, refinada retórica política, polariza la población ignorando las fallas de su gobierno y echando toda la culpa a los gobiernos anteriores.

Sin un centro, la persona humana y sin un marco regulador, la justicia y los demás valores universales, nos llevan a una sociedad relativista, dando bandazos, a la deriva hacia el caos.

Los presidentes tienen sus ideas y sus intereses etnocentristas, caprichosos, soberbios, buscan bienes facciosos, perjudican a los extraños y terminan haciendo daño a los propios la supremacía blanca, la grandeza de América (¡). En aras de mitos causan el retraso de la humanidad y de millones de personas pobres, de los otros pueblos y razas.

Son capaces de aplastar, ensangrentado la historia, no tienen escrúpulos ni sentimientos de persona humana, están ebrios de poder y sedientos de sangre, de destrucción, sacrifican todo a sus sueños de ninfómanos que terminan en el genocidio como el Reich de Hitler o la República bolivariana del chavismo. 

Con distintos matices pero con la misma orientación fundamental, actúa Manuel Andrés. Todo lo sacrifica su sueño de sentirse es único, alguien fuera de serie a su soñada Transformación. Finalmente están bien un sueño de grandeza para él. En realidad, no importa la grandeza de México y de las multitudes, de los millones y millones en pobreza, (90), los millones de mexicanos que viven en extrema pobreza, a tantos mexicanos que sueñan convencer la corrupción y construir un México libre y digno para la clase humilde.

Es escandalosa su actitud insensible autoritaria, desastrosa como la cancelación del aeropuerto internacional de la ciudad de México. En el gobierno de Trump es indignante la actitud insensible ante la muerte y el desgarramiento moral de los migrantes y de las otras razas. Es indecible el sufrimiento de unos y la cerrazón del otro.

Causa indignación y sentimiento de impotencia presenciar la soberbia prepotente, la insensibilidad y las actitudes absolutistas y tiránicas de los grandes jefes. Causa admiración tanta ceguera y arbitrariedad que llevan a lo absurdo.

¿Adónde vamos sin los grandes señalamientos que han conducido siempre la marcha de la humanidad? La catástrofe se dibuja en el horizonte, el genocidio, como en Nicaragua, Venezuela…

¿Es posible salvar la humanidad rescatar sus valores y principios inscritos en el corazón humano y retomar la dirección de una sociedad construida con los principios genuinamente humanos y que sirve a la persona humana, a su dignidad y realización plena y reconstruye la transparencia, la dignidad, el progreso y la vida digna para todos?

Es posible salvar la humanidad. Necesitamos distancia crítica para ver el mal y no dejarnos sumergir. El hombre está hecho para vencer los más grandes desafíos, para realizar su destino definitivo y alcanzar la felicidad, la paz, la gloria. Hay que reencontrar a Dios y, con él, pasar la tormenta en el mar.

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