Editoriales

Proyecto Secreto: Sin la fuerza de la ley

Es increíble e inadmisible que haya presidentes tan sádicos, tan desalmados, insensibles al dolor terrible e injusto de tanta gente.

Morelia, Michoacán, 19 de agosto de 2019.- El gobierno federal y el de la CDMX actúan sin aplicar la ley, no sancionan a los delincuentes. No quieren usar la fuerza pública, que se queda sin razón de ser en su gestión.

La violación de monumentos sagrados para la nación mexicana por el vandalismo se queda en la impunidad y en retórica populista. La agresión a personas, aún más valiosas que los monumentos de piedra, como el reportero de DNA, también quedan impunes.

Con la misma forma de actuar, se quedan impunes los asesinatos que destruyen el valor más precioso de la sociedad, la persona humana.

Estamos ante una actitud que está contra toda lógica. No se puede explicar esa actitud en servidores públicos que han ha jurado cumplir y hacer cumplir la ley.

Es más importante el yo, por encima del bien común. Vemos actitudes narcisistas con envoltura populista. Envuelven a la gente humilde con su retórica falaz. Se presentan como personas muy buenas que son puro “amor y paz”, pasan buen tiempo recomendándose a sí mismos.

En realidad cuidan su imagen, inflan su ego, buscan la popularidad por encima del bien de los pobres.

Faltan fundamentos inconmovibles, valores universales e inmutables que permiten un avance con rumbo. Falta el apoyo de la justicia y la ley, de la verdad.

Incoherencia. El discurso va por un lado y la realidad por otro. La moral es un ámbito del hombre inteligente y libre, la norma que pone en el centro la persona humana. Engloba la justicia que se expresa en el derecho, engloba los demás valores universales.

En los actos de barbarie y vandalismo el ciudadano de sentido común se pregunta dónde está la cuarta transformación.

Ahí se necesitan resultados no sólo en los discursos, supresión de organismos o cambio de nombre de organismos o programas, de resultados materiales y económicos que no favorecen al gobernante.

La verdadera transformación se da en una vida digna de los pobres en el comportamiento honorable de los ciudadanos respetando las leyes, los monumentos, las personas.

¿Adónde van los mexicanos sin ley ni derecho ni justicia?

Vamos a la catástrofe moral, social, a la anarquía. Se acaba la paz social y la sociedad se convierte en una jungla, el Estado en un régimen de totalitarismo, arbitrariedad, despojo y muerte.

Las decisiones se toman por capricho y conveniencia, en un relativismo demoledor, en sociedades líquidas y nauseabundas..

Hay que sacar a los dirigentes de la enajenación. El pueblo tiene que despertar enderezar el rumbo para evitar la catástrofe del país. Si el piloto nos lleva de picada, no podemos permitir que proclama que vamos bien y que somos un pueblo muy feliz.

Hay que voltear a Venezuela en donde cientos de miles de hermanos se mueren de hambre, huyendo a otros países limítrofes..

Todos los mexicanos debemos ser conscientes de la situación y hacer frente a la catástrofe que viene. Pero ¿qué podemos hacer?

Debemos despertar a nuestra dignidad, nuestros derechos y a nuestra tarea. El pueblo es el soberano al que deben servir las autoridades.

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