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Reflexiones / Legado de Salvador Jara

Nuestro colaborador de ATIEMPO.MX, Christián Gutiérrez, politólogo y comunicador con más de 10 años de trayectoria en diversos medios de comunicación y ex director del SMRTV
Nuestro colaborador de ATIEMPO.MX, Christián Gutiérrez, politólogo y comunicador con más de 10 años de trayectoria en diversos medios de comunicación y ex director del SMRTV

Me parece que un magnífico legado sería aterrizar un “Acuerdo por Michoacán”, en el que todos los actores del estado aceptarían de manera voluntaria, CONTENER sus demandas o exigencias económicas que estén fuera de la ley o de proporción

Morelia, Michoacán, 18 de septiembre de 2014.- Michoacán tiene nuevo gobernador desde hace casi tres meses: Salvador Jara Guerrero, que es doctor en Filosofía de la Ciencia, por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), maestro en Tecnología Educativa (ILCE) y maestro en Filosofía de la Cultura. Es un investigador y académico con credenciales sólidas, pero poca experiencia en el ejercicio del poder público.

Se le designó como titular del Poder Ejecutivo en un momento complejo, en el que al interior de la estructura general del gobierno estatal, se desarrolla una severa crisis de las finanzas públicas. El incumplimiento en el pago de deudas a diversos sectores y empleados públicos así lo muestran, y lo peor es que no se percibe de qué forma pueda mejorar la situación en el corto plazo.

Una solución exprés y efectiva, sería que el Gobierno del Presidente Enrique Peña Nieto “rescatara” financieramente al gobierno de Michoacán. Con franqueza, dudo que esto suceda, pues una de las condiciones que el Gobierno de la República puso para aterrizar el Plan Michoacán, fue que se incrementaran los ingresos propios del Gobierno, que se investigara y señalara en qué áreas o sectores y con qué acciones se están generando más dispendios y, por supuesto, que se resolviera esta situación. Hasta el momento nada de esto ha sucedido, a pesar de los esfuerzos del Gobierno jarista. ¿Qué pasará entonces en Michoacán? Algunos periodistas han señalado que podría generarse “ingobernabilidad”, aunque esto me parece un exceso comunicacional.

¿Qué es y qué implica hablar de gobernabilidad? De acuerdo con el Banco Mundial (BM), “los aspectos políticos, económicos e institucionales que inciden en la gobernabilidad de los países, se pueden integrar en seis componentes:

1.- Voz y rendición de cuentas: Considera varios aspectos del respeto y ejercicio de los derechos humanos y políticos y de las libertades civiles de los individuos, tales como la participación en la elección de gobernantes, la libertad de expresión y la libertad de asociación. 2.- Control de la corrupción: Considera la medida en que el poder público se ejerce para obtener ganancias privadas, incluyendo las pequeñas y las grandes formas de corrupción, así como el grado en que el Estado está capturado por intereses privados. 3.- Estado de Derecho: Considera la calidad del cumplimiento de contratos, la impartición de justicia en los tribunales y la calidad de la policía, así como la incidencia del crimen y la violencia. 4.- Calidad regulatoria: Comprende la habilidad del gobierno para formular e implementar políticas y regulaciones que permitan y promuevan el desarrollo del mercado y del sector privado. 5.- Efectividad gubernamental: Incluye aspectos como la competencia de la burocracia y la calidad de los servicios públicos, así como su grado de independencia de presiones políticas y la calidad de las políticas públicas. 6.- Estabilidad política y ausencia de violencia: Comprende la probabilidad de que surjan amenazas o cambios que puedan afectar la estabilidad del gobierno y sus instituciones, tales como la violencia interna y el terrorismo; y monitorea la implementación y continuidad de las políticas públicas”. Con esto, usted juzgue, pues yo creo que para generarse ingobernabilidad tendría que fallar el Gobierno en demasiadas variables.

El legado de Salvador Jara. ¿Qué le dejará el Gobierno de Salvador Jara Guerrero a los michoacanos? De hecho, creo que tiene muy poco tiempo para materializar un legado, por ejemplo, suficiente “obra pública”, que se quede en el recuerdo de más de 4 millones de michoacanos, además, las finanzas públicas no dan para más. Me parece que un magnífico legado sería aterrizar un “Acuerdo por Michoacán”, en el que en Palacio de Gobierno y a los ojos de todo el país, se sienten en una mesa: a) Los poderes públicos de Michoacán; b) Los tres órdenes de Gobierno; c) Empresarios locales, d) Sindicatos del Gobierno estatal; e) Asociaciones civiles del estado; f) Medios de comunicación de la entidad. Entre todos estos actores, deberán reconocer el origen de la crisis financiera del Gobierno estatal, las causas que aún la producen y que la seguirían produciendo de no hacerse “algo”. El acuerdo sería uno solo: todos los presentes, aceptarían de manera voluntaria, CONTENER sus demandas o exigencias económicas que estén fuera de la ley o de proporción. De conseguirse este acuerdo coyuntural, el próximo Gobernador o Gobernadora del estado, iniciaría con un ejercicio de administración sin tantos sobresaltos y con la posibilidad de que las finanzas públicas sean ordenadas y saneadas. La pregunta obligada es, si todos estos actores estarían dispuestos a contener sus demandas en razón de la actual crisis financiera. Este sí, me parece que sería un verdadero legado para los michoacanos.

Twitter: @christian_gtz.

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