Editoriales

Reforma mal concebida / Teodoro Barajas Rodríguez

El autor es maestro en Gobierno y Asuntos Públicos, así como candidato a Doctor en Ciencias Políticas
El autor es maestro en Gobierno y Asuntos Públicos, así como candidato a Doctor en Ciencias Políticas

Nochixtlán simboliza una sombra oscura convertida en muerte, una reforma mal concebida en el ámbito laboral aunque el gobierno la califique como educativa ha representado un nudo gordiano que no se ha desatado, al contrario, es más complejo ahora

Morelia, Michoacán, 27 de junio de 2016.- Nochixtlán simboliza una sombra oscura convertida en muerte, una reforma mal concebida en el ámbito laboral aunque el gobierno la califique como educativa ha representado un nudo gordiano que no se ha desatado, al contrario, es más complejo ahora. El autoritarismo asomó, ya está presente, diversos dirigentes de la CNTE están tras las rejas, en ello la “justicia” de manufactura mexicana actuó con rapidez, de manera expedita, la aplicación de la norma no ha dejado de ser selectiva.

No puede hablarse de justicia, más bien de un asunto legal que no es el sinónimo, en la historia reciente de nuestro país se registran diversos casos sin solución “justa”, los saqueadores de los bancos que originaron el Fobaproa para convertir una deuda privada en pública están libres, los casos de miles de desaparecidos siguen bajo el signo de la impunidad. La gobernabilidad es difusa, no se vislumbra un cambio de fondo.

Por un momento parece que llegaron los viejos fantasmas de la represión que se estiló en otros tiempos, aquellos de la “guerra sucia” en la que se combatió con saña a los enemigos del régimen, ya no vivimos en el México de la unanimidad porque la diversidad aflora a cada paso aún a contrapelo de quienes aún suspiran por aquellas prácticas desde el poder.

La vocación autoritaria se ha expresado en diversos momentos, aún se recuerda la expresión de Fidel Velázquez una vez que se registró el levantamiento del EZLN en los albores del año 1994 el anciano líder cetemista había dicho que los mataran a todos los rebeldes. El poder coactivo a todo lo que da, en Oaxaca las fuerzas policiales tiraron a matar el fin de semana anterior, dicha página ya dio la vuelta al mundo.

En los últimos años la violación a los derechos humanos es la tónica de los gobiernos mexicanos, las miles de historias que abordan dichos capítulos no concluyen sus recuentos, no obstante la impunidad llena los vacíos, el contrato social se ha violentado una y otra vez.

Muertos y heridos entre policías y civiles han dejado un panorama desolador, el conflicto está presente, este domingo se registró una marcha convocada por Andrés Manuel López Obrador.

Desde cualquier óptica lo sucedido es un episodio oscuro, condenable porque la violencia engendra más encono, las secuelas se multiplican y el descontento crece. La política es desdeñada por el gobierno, aplica medidas coercitivas que ya han calado hondo.

Los senadores del PRD han pedido al titular de la Secretaría de Educación Pública, Aurelio Nuño, que pare sus “bravuconadas”, finalmente el costo político es alto.

Las protestas por los hechos acaecidos en Oaxaca se han replicado en diversos puntos del país, lo mismo en Chiapas como Michoacán en una historia densa en la que no se ve final.

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