Editoriales

Rendición de cuentas; transparencia y exposición pública

El autor es Maestro en Derecho; ha sido diputado federal y catedrático de la UMSNH; ha tenido diversos cargos partidistas a nivel estatal y nacional; actualmente es secretario de Operación Política del CEN del PRD
El autor es Maestro en Derecho; ha sido diputado federal y catedrático de la UMSNH; ha tenido diversos cargos partidistas a nivel estatal y nacional; actualmente es secretario de Operación Política del CEN del PRD

Rendir cuentas es una obligación para los servidores públicos y un derecho irrenunciable del pueblo. Para los gobernantes es también la oportunidad para acreditar la honestidad en el manejo de los recursos financieros con transparencia y pulcritud, por aquello de la especulación, moches y el diezmo, entre otras transas que deben desarraigarse

Morelia, Michoacán, 16 de agosto de 2016.- Las últimas semanas han sido para los alcaldes de Michoacán el tiempo para rendir su primer informe de gobierno, significa informar a los ciudadanos sobre el estado que guarda la hacienda pública municipal, los ingresos y egresos; el cómo se gastaron y donde están reflejados, en que obra o acción de gobierno.

Rendir cuentas es una obligación para los servidores públicos y un derecho irrenunciable del pueblo. Para los gobernantes es también la oportunidad para acreditar la honestidad en el manejo de los recursos financieros con transparencia y pulcritud, por aquello de la especulación, moches y el diezmo, entre otras transas que deben desarraigarse.

Hace pocas semanas se relanzo la nueva política pública de transparencia y acceso a la información con el Sistema Nacional Anticorrupción, se espera contener la deshonestidad de los malos servidores públicos y políticos, con ello se pretende fortalecer la iniciativa 3 de 3 (declaración patrimonial, fiscal y de conflicto de intereses).

Pero… hasta donde la trasparencia pública termina y donde comienza el derecho privado de los servidores públicos, a propósito de que la información pública sobre el patrimonio privado es una fuente de información para quienes se dedican al secuestro, extorsión, robo y fraudes dirigidos a personas concretas.

La rendición de cuentas, lo mismo que la declaración patrimonial es una obligación jurídica para quienes hacen de la Política una carrera profesional de servicio público. En este contexto, llama la atención la declaración 3 de 3 de Andrés Manuel López Obrador, porque ahora nos enteramos que es un político muy pobre pues sólo gana 50 mil pesos mensuales y no tiene bienes, pese a  que ya fue Jefe de Gobierno. Estamos frente a un político en extinción o a una simulación muy inteligente al amparo de las lagunas legales.

El derecho privado regula las relaciones entre particulares, y desde otro enfoque reserva los intereses unipersonales, la secrecía, los datos personales, la intimidad familiar, entre otras particularidades. Cuando la información pública afecta el derecho individual de las personas, lo público comienza a generar conflicto de intereses entre la sociedad y la individualidad de toda persona.

Confundir lo privado con lo público es peligroso, lo mismo que invocar cuando conviene lo privado para ocultar lo que debería ser público. La transparencia en tiempos del cólera.

CONSPIRACIÓN DE VALLADOLID

Los informes municipales de gobierno son una buena señal sobre la recuperación de los espacios públicos; plazas, canchas deportivas, auditorios y otros lugares fueron escenario para las ceremonias municipales. En los tiempos de los Templarios ni pensar en dar los informes, esos señores cobraban y daban o negaban los permisos, la mayoría de los Presidentes los entregaban por escrito a sus Cabildos. A 11 meses de gobierno la señal es otra, se está avanzando en seguridad, aunque hace falta por hacer.

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