Saramago y Cárdenas en el Senado / Hugo Gama

Me causa risa escuchar al PRIAN y a los comentaristas de televisa y televisión azteca señalar que con la contrarreforma, PEMEX será más productiva y competitiva, mayor mentira no puede haber, la producción estará en las empresas extranjeras

Morelia, Mich., 11 de diciembre de 2013.- La senadora Layda Sansores causó revuelo con su discurso en el Senado de la República en la víspera de la aprobación en comisiones de la entreguista y traicionera contrarreforma energética acordada por la reacción albiazul y los contrarrevolucionarios institucionales, ordenada claro, por intereses norteamericanos y su ambición histórica por el petróleo (quien domina el petróleo domina el mundo); la parte del polémico discurso que sacó al puritano ignorante que muchos llevan por dentro fue, «vayan y privaticen a la puta madre que les parió».

La manifestación de la legisladora no fue una ocurrencia corriente como afirman los derechistas prianistas, su origen es un Premio Nobel de Literatura, José Saramago, escritor, poeta y dramaturgo, sin duda, uno de los baluartes intelectuales del siglo XX y del XXI, portugués de nacimiento, fallecido apenas hace tres años.

Mejor cita no pudo hacer Layda, usar las letras de un intelectual le dan fuerza a su legítima denuncia, y no es para menos, el PRIAN está a punto de cometer el mayor atraco a la nación de la era moderna, entregarán la soberanía del país, los mexicanos ya no disfrutaremos de nuestra mayor riqueza, pero nos tocará pagar el robo con más impuestos, gracias a la recién aprobada contrarreforma hacendaria.

La mermada soberanía del pueblo pasará a ser letra muerta en la Constitución, la decisión y voluntad que imperara en las tierras aztecas serán las de los norteamericanos y transnacionales, ellos pondrán y quitarán gobernantes, ya el senador Manuel Camacho Solís (no es de mi simpatía) lo denunció, para la elección del 2000, a él y a Vicente Fox las fuerzas extranjeras les ofrecieron apoyo para obtener la presidencia de la República, Fox aceptó, todo indica que también Peña Nieto.

Los contratos, licencias o concesiones que entregará el Estado mexicano a las empresas petroleras no serán simples contratos civiles o mercantiles, se trata de actos jurídicos que se podrán someter a tribunales internacionales donde México tendrá pocas posibilidades de triunfar. No se tratará de la defensa de derechos humanos de mexicanos contra el Estado mexicano, se tratará de juicios de intereses económicos de extranjeros y de los países del primer mundo, los pleitos serán con naciones no con empresas.

El general Cárdenas también se presentó en el Senado, Camacho Solís se desprendió de protagonismos, en su intervención en el pleno decidió reproducir el discurso de la expropiación petrolera de 1938 del originario de Jiquilpan, Michoacán, al cual ignoraron los prianistas, a los que incluso se les pudo ver carcajeando y burlándose durante la reproducción, lo que muestra su desprecio por los ideales revolucionarios y el cardenismo.

Me causa risa escuchar al PRIAN y a los comentaristas de televisa y televisión azteca señalar que con la contrarreforma, PEMEX será más productiva y competitiva, mayor mentira no puede haber, la producción estará en las empresas extranjeras, por consecuencia las ganancias o renta petrolera; PEMEX se convertirá en una pequeña empresa que en el mediano plazo desaparecerá, a eso si le podemos llamar la gran mentada de madre a México y los mexicanos.

Los opositores a la contrarreforma deben ser más contundentes, el cerco no ha sido suficiente, tampoco las pírricas tomas a la tribuna, mucho menos las vueltas como mayates al Ángel de la Independencia, es tiempo de fajarse y responder al momento y a la historia, es hora de responderle a la derecha entreguista la gran mentada de madre a los mexicanos por la privatización petrolera.

Finalmente, me permito transcribir un extracto de la obra » Cuadernos de Lanzarote» de Saramago, esto como un asunto de difusión cultural:

“Que se privatice Machu Picchu, que se privatice Chan Chan, que se privatice la Capilla Sixtina, que se privatice el Partenón, que se privatice Nuno Gonçalves, que se privatice la catedral de Chartres, que se privatice el Descendimiento de la cruz de Antonio da Crestalcore, que se privatice el Pórtico de la Gloria de Santiago de Compostela, que se privatice la cordillera de los Andes, que se privatice todo, que se privatice el mar y el cielo, que se privatice el agua y el aire, que se privatice la justicia y la ley, que se privatice la nube que pasa, que se privatice el sueño, sobre todo si es diurno y con los ojos abiertos. Y, finalmente, para florón y remate de tanto privatizar, privatícense los Estados, entréguese de una vez por todas la explotación a empresas privadas mediante concurso internacional. Ahí se encuentra la salvación del mundo… Y, metidos en esto, que se privatice también a la puta que los parió a todos”.