Editoriales

¿Se acabó la tregua? (Por: Rubén Alcántar)

Este cantado fin de la paz con la administración de Peña, pinta más a un “Quinazo” o un “Elba Esther Gordillo”, buscando tapar el sol de la crisis política, con el dedo de una detención popular, y hacer uso del desvío de la atención

Morelia, Michoacán, 15 de agosto de 2019.- El día martes ocurrió un acontecimiento, que en el fondo a la gran mayoría llenó de gusto, ya que se dio, tras acudir sin objeción alguna a comparecer ante el juez, de la otrora Secretaria de Desarrollo Social, Rosario Robles. A la detención de Rosario se le suma, la hace unos meses emitida, orden de aprehensión contra Emilio Lozoya (si es que lo encuentran).

El desenlace de esta noticia, al menos por este momento, se vislumbra claro, se vislumbra complicado que, tras acudir de manera responsable a comparecer, no haber aprovechado los tres días de margen que hubieron entre audiencia y audiencia para huir, el ser delitos, por ahora, con posibilidad de libertad bajo fianza, no lo quedara de otra a quienes imparten la justicia que, permitirle a la ex secretaria de Estado, poder enfrentar las acusaciones en su contra en libertad.

Desde que surgieron los primeros reportajes de “Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad” sobre la afamada “Estafa Maestra”, en todo momento la especulación fue clara, el esquema de desvió de recursos, iba más en un sentido partidista, que de enriquecimiento personal, básicamente, que Rosario Robles se hiciera de la vista gorda.

El caso Robles, lejos de verse cerca de concluir con su detención, apunta a destapar, quizá, una de las cloacas más oscuras de la administración PeñaNietista, dando por concluido el periodo de tregua entre gobierno y gobierno. Pues para nadie es un secreto (más bien una omisión forzada), que el actual gobierno emana de la política de los setentas. Los pactos de tregua duran hasta que las cosas en el gobierno actual se complican.

La baja en la actividad económica, el crecimiento paupérrimo que ha tenido el Producto Interno Bruto, la evidente problemática diplomática con Estados Unidos y la política exterior con Centro América, son todos ellos asuntos que nos han dado bastante tela de donde jalar para escribir, obviamente que al gobierno no le resulta para nada gracioso.

La detención de cualquiera señalado de corrupción, es de aplaudirse, el pueblo, si algo quiere es justicia y rendición de cuentas, que se investigue y lleve ante la justicia a quien así se lo deba a México. Sin embargo, este cantado fin de la paz con la administración de Peña, pinta más a un “Quinazo” o un “Elba Esther Gordillo”, buscando tapar el sol de la crisis política, con el dedo de una detención popular, y hacer uso del desvío de la atención.

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